Pero también sucede que en el país hay escasez de personal calificado que requieren los proyectos de construcción. Zelaya afirma que hay dificultad para conseguir ingenieros civiles, ingenieros eléctricos, operadores de maquinaras “y por ello es que estamos insistiendo en la capacitación del personal, porque sabemos que gente disponible hay, pero requerimos prepararla”.
Lucía Navas
En las fincas donde se siembran granos básicos, café o se cría ganado no se está contratando trabajadores al mismo ritmo que en los ciclos productivos pasados. Una menor demanda de mano de obra también se resiente en las áreas de la industria manufacturera (incluyendo las empresas del régimen de zona franca), en la minería y en las de electricidad, agua y servicio pese a las inversiones en nuevos proyectos o ampliación de los existentes.
Upanic teme que la afectación del 30 por ciento de la merma en la cosecha que se espera y la caída de los precios internacionales (el viernes el quintal llegó a 127.15 dólares) compliquen la situación de los caficultores y el desempleo en ese sector aumente.
[/doap_box][doap_box title=”Gobierno admite pérdidas” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]
Sostiene que es un incremento del 4.4 por ciento respecto al primer trimestre de 2012. Es decir, fueron 126,311 personas que habrían encontrado una forma de empleo temporal o fijo.
Pero el Gobierno admite que no todo va bien, ya que 12,433 personas que laboraban en las actividades de la agricultura, ganadería, caza y silvicultura quedaron desempleadas entre enero y marzo pasado. La reducción “fue provocada principalmente por el problema de la roya del café y la baja en la actividad pecuaria motivada por los menores precios”, alega el informe.
El agropecuario no es el único sector donde sucede esto. También hubo reducción en el nivel de ocupación en la industria manufacturera, lo cual el Gobierno relaciona “principalmente con la desaceleración” de ese sector.
El informe refleja que 12,915 personas dejaron de tener algún tipo de empleo en ese sector. El dato se sustenta en el IMAE a febrero 2013 que indica que como actividad observó un crecimiento promedio anual de 4.7 por ciento, fue una tasa menor a 7.4 por ciento en igual periodo de 2012.
“La producción de textiles, productos de cuero y calzado mostraron una variación interanual negativa asociada con el menor ritmo experimentado por las exportaciones, explicado en parte, por la crisis que afecta la economía mundial y sobre todo en la eurozona”, puntualiza.
[/doap_box][doap_box title=”Los sostenibles” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]
[/doap_box]
Los números del Banco Central de Nicaragua (BCN) muestran que se están creando nuevos empleos formales. Entre enero y abril del presente año, 18,495 trabajadores fueron afiliados al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS).
El anterior número indica que la tasa del empleo formal creció 8.7 por ciento en el primer cuatrimestre del año comparado con el mismo periodo de 2012. La cantidad de empleos formales generada en 2013 es mayor a los 12,876 que entre enero y abril de 2012.
Sin embargo, los 25,679 empleadores registrados en el INSS solo son capaces de dar trabajo al 20.5 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA) en estos momentos. Eso evidencia que Nicaragua sigue enfrentando dificultades serias en este tema.
La Fundación Internacional para el Desafío Económico Global (Fideg) indicó que el 73.5 por ciento de las personas que trabajan en el país pertenecen al sector informal, según los resultados de la Encuesta de hogares para medir la pobreza en Nicaragua 2012.
EMPLEO, REFLEJO DE LA DESACELERACIÓN ECONÓMICA
Si bien la expectativa, sobre todo de quien no cuenta con un trabajo, es que las inversiones nuevas y de ampliación de las empresas existentes puedan ofertar oportunidades, el gremio de sectores claves no ven tan alentador el resto del año. Cuatro de las nueve actividades económicas que monitorea el BCN, van desacelerando su capacidad para absorber la mano de obra disponible en el país. En los primeros cuatro meses del año las empresas de construcción, de minería y las de electricidad, agua y gas si bien crearon nuevas plazas de trabajo formal, fueron en números menores a los del mismo periodo del 2012.
Pero es preocupante que motores de la economía nicaragüense —como son las actividades agrícolas, silvicultura, caza y pesca— tienen un comportamiento más lento en cuanto a crear empleos formales. Incluso la cifra de afiliados al INSS es de 1,399 menos para abril con respecto a diciembre pasado.
Determinante en esto para Felipe Argüello, director ejecutivo de la Unión de Productores Agropecuarios de Nicaragua (Upanic), es que en el campo existe un componente alto de empleos temporales ya que dependen de los ciclos cosecheros.
“Recordá que la cosecha del café en particular demanda mucho personal para el corte del grano, pero ya se siente una merma por la crisis en las plagas como la roya”, dice Argüello.
Según la Organización Internacional del Café (OIC), durante la cosecha 2012-2013 en Nicaragua, con la pérdida de poco más de 400,000 quintales de café, hubo 32,000 desempleados. Se prevé que con el doble de pérdidas en la cosecha 2013-2014 el efecto en la mano de obra será catastrófico.
La ganadería, explica Argüello, tampoco escapa a los problemas, ya que viene de meses de verano muy fuertes que hicieron perder peso a los animales y mermaron la producción de leche. Obviamente eso da una reducción del ingreso del ganadero, quien para enfrentar y hacer recortes en sus costos.
“Para disminuir los costos a veces lo haces en función de dejar de invertir o reducir personal, por eso no me extrañan los datos oficiales”, sostiene.
EL CASO DE LOS OBREROS
El sector construcción —que es uno de los empleadores más fuertes de Nicaragua— para abril pasado generó 2,776 nuevos empleos. Es una cifra importante, pero quedó corta con respecto a los 3,234 nuevos trabajos que para abril del 2012 creó.
Hay análisis diferentes sobre lo que pasa en la construcción. El BCN y la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico (Funides) apuntan a que la construcción es una de las que sufren por la desaceleración que empieza a tener la economía del país.
Para abril, el sector creció 4.6 por ciento interanualmente, el cual es sostenido por los proyectos de inversión privada sobre todo, indica el BCN en su reporte del Índice Mensual de la Actividad Económica (IMAE). Pero la tasa es menor al 10.5 por ciento interanual registrado para el mismo mes de 2012.
Hay una disminución de los proyectos residenciales privados y eso afecta de manera importante, según el BCN. Esto lo comparte la Cámara de Urbanizadores de Nicaragua (Cadur), al señalar que factores como el encarecimiento de la tasa de interés de parte de los bancos a los créditos hipotecarios son responsables de cierta pausa en el ritmo de proyectos urbanísticos.
Mario Zelaya, directivo de la Cámara Nicaragüense de la Construcción, añade que al haber alcanzado una tasa estable de empleos formales, incorporar más empleados cuesta.
“Lo que pasa es que en la medida que los números de trabajadores formales aumentan, no es tan simple crecer en los mismos factores. Por ejemplo, si tengo 50,000 es fácil crecer a los 60,000 pero si tengo 100,000 es muy difícil crecer a los 120,000”, argumenta.
¿Por qué? “Porque recuérdese que en la construcción hay proyectos donde la mano de obra es más empleos que otros. Si bien la construcción de una carretera de concreto o de asfalto es una importante inversión, no demanda tanta mano de obra al nivel que sí lo hace la construcción de una urbanizadora”, sostiene Zelaya.
Ver en la versión impresa las páginas: 1 C ,2 C
