El boxeador nicaragüense Osmar Bravo está a la expectativa de su viaje a los Estados Unidos a la Liga Mundial de Boxeo Olímpico, que se había programado para finales de este mes.
Bravo solo espera la confirmación y el envío del boleto que será recibido por la Federación Nicaragüense de Boxeo Asociado, (Feniboxa).
El originario de Muelle de los Bueyes dice estar preparado para el reto que le espera. Su boxeo lento, pero de mucha pegada que estremece a sus oponentes, se ha estancado en el último año, debido a la falta de sparrings que le exijan dar más de él.
“Siento que en el país no hay boxeadores muy exigentes y cuando voy a pelear a una competencia extranjera me veo afectado por la calidad de los rivales”, indicó Bravo.
Bravo ya firmó un contrato por cuatro meses y su primera pelea que fue en Argelia, la perdió en cinco asaltos.
En la Liga Mundial de Boxeo Olímpico participan 12 franquicias, de las cuales cuatro de ellas son de América: México, Estados Unidos, Argentina y Cuba. Cada una de ellas puede llevar refuerzos, siempre y cuando sean del mismo continente.
Y Osmar, quien después del impulso mediático que tuvo en las Olimpiadas de Londres 2012, se convirtió de interés y fue llamado por los estadounidenses.
Ver en la versión impresa las páginas: 9 B