LucÍa Navas
La Cámara Nacional de Turismo (Canatur) y la Asociación de Productores y Exportadores de Nicaragua (APEN) expresaron su desacuerdo en que Nicaragua cree un impuesto patriótico para las importaciones desde Costa Rica.
El presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), José Adán Aguerri, se sumó al rechazo a crear medidas económicas contra el comercio entre los países. Puso de ejemplo que existe un impuesto similar para los productos de Colombia, que obliga “comprar productos más caros a otros países”, afectando al consumidor.
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En la Asamblea Nacional algunos diputados oficialistas han expresado la posibilidad de que el Gobierno presente una iniciativa de ley o bien los mismos legisladores den curso a la que ya existe desde 2005, para crear un impuesto del 35 por ciento a los productos importados desde Costa Rica. La medida tendría como fin obtener recursos para financiar los gastos de la nueva demanda que el gobierno de Laura Chinchilla inició contra Nicaragua en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para que determine la frontera marítima entre ambos países en el mar Caribe y el océano Pacífico.
Sin embargo, los presidentes de APEN y Canatur, Enrique Zamora y Sylvia R. de Levy, respectivamente, analizan que la medida a quien terminaría perjudicando es a los industriales y al consumidor nicaragüense.
“Nos volveríamos un país más caro”, afirma De Levy y menciona como ejemplo los platillos que se ofertan en el sector turístico, que aumentarían debido a que “las verduras y resto de productos alimenticios que se traen de Costa Rica costarían más”.
La empresaria teme que eso “afecte la buena imagen de Nicaragua, que es un país barato para el turista”.
ANALIZAR ALTERNATIVAS
Zamora por su parte recomienda al Gobierno y a los legisladores “analizar los pros y contras” de crear ese tributo a los productos costarricenses, reiterando que no debe afectarse al comercio por los conflictos políticos entre ambas naciones.
El presidente de APEN estimó que “si son unos 500 millones de dólares” los que se importan en materia prima y otros productos desde Costa Rica, cobrarles el 35 por ciento significarían unos 175 millones de dólares (más). “A nosotros se nos encarecería comprar la materia prima para procesar los productos que luego exportamos y entonces vamos a perder competitividad”, refirió Zamora.
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