Mabel Calero
La Escuela de Educación Especial Carlos Fonseca Amador de Jinotepe necesita con urgencia ampliarse, pues actualmente solo cuentan con un pabellón con tres aulas y para atender a los niños necesitan por lo menos diez más.
Teresa Rivera Guevara, directora del centro, manifestó que atienden desde los cero hasta 18 años, en distintas modalidades y a pesar de las limitantes se trata de dar lo mejor en la atención.
[/doap_box]
“Aquí preparamos a los niños para la vida, atendemos las discapacidades más severas, contamos con tres aulas o sea un pabellón en el costado oeste de la normal, sin embargo nos hacen falta diez aulas todavía, para conformar la escuela especial completa y estar en un solo lugar, porque ahorita estamos divididos, una parte está en el nuevo centro y los más pequeños están siendo atendidos a la par de Los Pipitos”, dijo Rivera.
Explicó que desde que comenzó la construcción en el terreno que les dio el Mined, el Instituto de Deportes está inconforme, pues aseguran que se están robando parte del campo donde practican las ligas menores.
“El campo no se le está robando a nadie, ese campo forma parte del Ministerio de Educación, quien autorizó la construcción, en el estadio pueden hacer sus prácticas sin arriesgar a los niños que llegan a esas ligas y se tiran la tapia, porque no utilizan el portón”, expresó.
Marbelly Narváez, profesora de educación temprana, indicó que lo más difícil es tratar con los familiares de los niños, pues muchos no aceptan la discapacidad de sus hijos y otros los sobreprotegen.
En el departamento de Carazo hay cuatro escuelas de educación especial, en San Marcos, Jinotepe y dos en Diriamba.
Ver en la versión impresa las páginas: 8 A