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Pasión y danza

Anoche cayó un fuerte aguacero en Managua. La ciudad amaneció enmarañada, con árboles caídos y calles sucias, pero en esta parte de la capital hay un ambiente diferente, hueco. No hay energía eléctrica. El silencio extraño se interrumpe de vez en cuando con el ir y venir de los vehículos.

 Anoche cayó un fuerte aguacero en Managua. La ciudad amaneció enmarañada, con árboles caídos y calles sucias, pero en esta parte de la capital hay un ambiente diferente, hueco. No hay energía eléctrica. El silencio extraño se interrumpe de vez en cuando con el ir y venir de los vehículos.

En una casa de Los Robles, un hombre sudoroso, escoba en mano, se apresura a limpiar la entrada de la escuela. En lo que podría ser el patio, un pequeño niño sofocado por el calor anuncia que irá a cambiarse, pronto llegarán sus compañeros.

El profesor sigue limpiando y prepara las condiciones para dar clases de danza a media docena de niños que la escuela Dancing Soul ha becado. “La danza es mi estilo de vida, es mi pasión… es mi todo”, dice Elvin Vanegas. Los ojos le brillan y deja escapar una sonrisa mientras el sudor recorre el rostro.

Con tanta humedad, Managua parece un sauna. Cinco niñas y otro varoncito llegan listos para la clase. Con short y leotardo, las niñas; short y camisola, los niños. Todos suben al escenario de tabloncillos donde su compañero había iniciado a calentar minutos antes.

Bromean entre ellos a manera de saludo y comienzan a contar: “Un, dos, tres… así”. Solos y sin ninguna pizca de pena se ayudan entre sí para recordar y repasar la frase que el maestro Elvin Vanegas les enseñó en la última clase.

Elvin los ve de reojo y continúa platicando.

“Aquí hay mucho talento, pero siempre tiene que ir acompañado de formación rigurosa. Se ha perdido la mística de los años ochenta”, reflexiona. “Ahora están dos, tres meses y ya creen que son los primeros bailarines… Hay muchos grupos viciados, falta interés por la formación… tienen que entender que se pueden meter en una burbuja, pero cuando uno sale, hay miles de bailarines buenísimos allá afuera”.

Eso mismo fue lo que Elvin Vanegas, el aclamado maestro de ballet en Nicaragua, le tocó vivir en Alemania. Fue precisamente en esa época “mística” para los artistas, la de 1980, cuando cruzó el océano para continuar su preparación como bailarín de ballet clásico, de jazz, como coreógrafo, metodólogo y más.

Aunque en Nicaragua Vanegas era un bailarín connotado, “cuando llegué a Alemania, era uno del montón”.

Pero ahora, convertido en todo un profesional, aclamado y esperado en Nayarit, México, donde fundó el Ballet de Cámara de ese mismo estado, ha regresado a su natal Nicaragua solo por estar con su madre. Y pues, ya que está aquí, toca hacer lo que más le gusta: bailar y formar, aunque con el pasar de los años, la salud le está jugando una mala pasada. La artrosis degenerativa progresiva que padece, le provoca muchos dolores.

Inicia la clase. Vanegas repasa la frase con sus aprendices, sin música, no hay energía. “Ah, pero la batería de la tableta nos va a salvar”.

Suena una canción de Alt-J. Con su voz ronca y con ayuda de las palmas, la media docena de niños comienza a marcar la frase al son de la música indie. A lo mejor ni si quiera saben qué tipo de música es, a lo mejor ni saben que existe una banda llamada Alt-J. Ellos lo que quieren es aprender.

Con los ojos bien abiertos, una niña observa a su profesor mientras este le corrige la manera en que debe mover los brazos. Elvin les recuerda a dónde va la vista mientras bailan, cuello estirado, hombros relajados y hasta cómo deben verse los dedos de la mano.

El profesor no para de sudar. Se acerca al equipo de sonido, y mientras busca la canción para volver a dar “play”, toma un respiro. Se sienta.

“Este ha sido un año duro”, había dicho hace un rato. Los dolores de la artrosis que sufre, son tan fuertes que a veces las medicinas no son suficientes. Pero su pasión es tal que ha llegado a dirigir ensayos acostado. La danza es su pasión y no hay cura para eso.

Ver en la versión impresa las paginas: 17

La Prensa Domingo clases Danza Pasión archivo

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COMENTARIOS

  1. Estudiante en Alemania
    Hace 10 años

    Saludos, Elvin. Cuidese de esos dolores.

  2. Rene Vanegas
    Hace 10 años

    Salud Maestro! …otra vez

  3. Rene Vanegas
    Hace 10 años

    Salud Maestro!

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