Guatemala/ACAN-EFE
Una multitud de casi 2,000 personas le dio este martes el último adiós a seis de las once víctimas de un supuesto enfrentamiento entre pobladores registrado el fin de semana pasado en una aldea en el centro de Guatemala.
El entierro masivo se llevó a cabo en el cementerio general del municipio de San Juan Sacatepéquez, en el departamento central (provincia) de Guatemala, según constató Acan-Efe.
Los hechos violentos ocurrieron en el mismo municipio, situado 31 kilómetros al noroeste de la Ciudad de Guatemala, donde en los últimos ocho años se han registrado docenas de incidentes por la oposición de 12 comunidades locales al funcionamiento de una empresa cementera de capital guatemalteco.
“Su pecado fue trabajar para la cementera”, le dijo a Acan-Efe uno de los asistentes al entierro, Carlos Humberto, quien se identificó como amigo de una de las víctimas.
De acuerdo a la versión del entrevistado, que prefirió omitir su apellido por temor a represalias, un comando compuesto por vecinos asesinó a su amigo y a otras siete personas por apoyar a la cementera.
Las autoridades aún investigan las circunstancias bajo las cuales murieron las once personas, pues manejan varias teorías.
Algunas de ellas señalan un posible enfrentamiento entre pobladores por el funcionamiento de la empresa en el municipio y la construcción de una nueva carretera a nivel regional que atravesará la comunidad.
Otras versiones de las autoridades, respaldadas por Daniel, de 24 años y vecino de una de las víctimas, señalaron “la existencia de un grupo armado” que supuestamente está en contra todo aquellos que apoyan al funcionamiento de la cementera.
El grupo utiliza gorros pasamontañas y armas de grueso calibre para delinquir en el municipio, argumentando que defienden los intereses de la comunidad y del medio ambiente, según la misma fuente.
Al menos ocho de los once fallecidos, asesinados entre la noche del viernes y la madrugada del sábado en la aldea Los Pajoques, presentaban heridas de disparos de armas de fuego de distintos calibres y también marcas de puñaladas, de acuerdo al Ministerio de Gobernación (Interior).
“El papá de mi mejor amiga fue asesinado, y su mamá se encuentra grave en el hospital”, contó Milvia, otra de los asistentes al cementerio, con lágrimas en los ojos.
Los siete fallecidos identificados hasta el momento son Damián Vicente Camel, de 16 años, Hermelindo Pacoj Chacaj, de 17, Cecilio Raxón Matz, de 19, José Pacoj Chacaj, de 23, Bernardo Pacoj Guamuch, de 68, Marcelo Pococ Max, de 46, y Justo Raxón Chocón, del que no se especificó edad.
Las autoridades aún no han divulgado los nombres de las otras cuatro personas asesinadas.
El Gobierno de Guatemala decretó el lunes el estado de prevención en el municipio, con el objetivo de recuperar el control del lugar.
También envió un contingente de más de mil policías.
El estado de prevención estará vigente por 30 días y suspende algunas garantías constitucionales.
El país centroamericano, con un registro de casi 16 asesinatos diarios según el promedio de 2013, es uno de los cinco países más violentos del mundo de acuerdo a la Organización de Naciones Unidas (ONU).