“Voy a dejar que el público juzgue la gravedad de mis errores. Pero voy a compartir con ustedes que fui detenida durante días y sin explicación antes de ser extraditada a petición de mi propio gobierno en –la- Nicaragua sandino comunista, por esbirros de ese gobierno. El temor por mi vida y mi seguridad como mujer fue inimaginable”, es parte de la nota de prensa que la ex estratega republicana, Ana Alliegro, envió a los medios de comunicación.
Alliegro fue extraditada de Nicaragua en marzo pasado, a petición de las autoridades de Estados Unidos, fue detenida por la Policía Nacional durante tres días en secreto, y fue expuesta esposada y custodiada por los pasillos del Aeropuerto Internacional de Managua, ante los medios de comunicación, que en ese momento se enteraban de su detención.
Recientemente fue condenada a seis meses de arresto domiciliar y dos años de libertad condicional, tras ser encontrada culpable de financiar una campaña electoral fraudulenta durante las primarias del partido demócrata, en apoyo al excandidato, Justin Lamar Sternad, frente a su rival Joe García.
Desde esa fecha la exconsultora enfrentó el juicio en la cárcel sin derecho a fianza.
Tras estallar el escándalo, Alliegro se refugió en la ciudad de Granada, Nicaragua, donde abrió un salón de belleza.
“Ya he admitido que algunas de nuestras acciones estaban equivocadas y en violación de la ley. He aceptado la responsabilidad y continuaré pagando por ello. Pero, lo que no alcanzo a comprender es la aplicación selectiva de esas mismas leyes”, expresa en su nota de prensa.
Alliegro se refiere al representante federal Joe García, que presuntamente habría estado conspirando para cometer fraude electoral en las elecciones de 2010, y que a su juicio no le han dado el mismo trato.
“Me gustaría que los medios de comunicación investiguen quién o que está obstruyendo la investigación sobre las violaciones de la campaña del congresista Joe García, con la misma tenacidad con la que han seguido mi caso”, preciso.
“Es claro para mí que fui perseguida por las mismas malas acciones precisas que la campaña del actual congresista, Joe Garcia, cometió; el reclutamiento ilegal y la financiación de un candidato fantasma en una elección general. La imposición de la justicia fue rápida e inmediata dados los hechos en mi caso“.
Pero Alliegro considera que las autoridades no han actuado con la misma rapidez y beligerancia en el caso del ahora congresista, que compite por su reelección al Congreso por el Distrito 26, contra el republicano Carlos Curbelo.
El exjefe de despacho del congresista García, Jeffrey García, sin ningún parentesco con el congresista, fue condenado en octubre de 2013 a 90 días de cárcel y 18 meses de libertad condicional por orquestar un sistema fraudulento de petición de boletas ausentes en línea durante las elecciones del 2012.
De acuerdo a Ana Alliegro, la situación vivida en Nicaragua, y posteriormente en Estados Unidos, durante el proceso fue una violación a sus derechos constitucionales más básicos.
“Toda esta experiencia ha sido horrible, pero más horrible sería despertar en un país donde la justicia ya no es ciega, donde no todos son tratados iguales en nuestro sistema de justicia, sin distinción de raza, credo, color, afiliación a un partido, y sin influencia política y económica”.
“Soy una persona de recursos limitados. Tengo una hija y padres ancianos que cuidar. En este momento mi mayor preocupación es el bienestar de ellos y nuestra privacidad mientras trabajamos para reconstruir nuestras vidas”, concluye la nota de prensa de la ex estratega republicana.