A siete meses desde que entró en vigencia la reforma paramétrica para salvar las deterioradas finanzas del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), estas no levantan cabeza. En julio de este año, el déficit alcanzó 189.9 millones de córdobas, según datos del Banco Central de Nicaragua (BCN).
El balance financiero del Seguro Social refleja que al séptimo mes de este año los ingresos totales ascendieron a 9,077.1 millones de córdobas, inferior a los 9,267 millones que se requirieron en desembolsos, tanto para el pago de pensiones como para obligaciones operativas de la institución. El hueco financiero hasta julio de este año, no obstante, es inferior comparado a junio pasado, cuando se situó en 243.2 millones de córdobas.
Del total de los gastos del Seguro Social, 5,063.5 millones de córdobas son en concepto de prestaciones sociales, superior a los 4,043.8 millones de córdobas de igual periodo del año pasado.
En el caso de los ingresos por contribuyentes e inversiones, el saldo asciende a 9,077.1, de los cuales 8,459.3 son aportados por los afiliados al Seguro Social. Este último saldo es mayor a los 7,262.5 millones de córdobas de similar periodo del 2013, según cifras oficiales disponibles en el portal electrónico del máximo órgano bancario del país.
La empresa privada y el Ministerio de Hacienda han admitido los problemas financieros del Seguro Social tras la reforma al INSS, pero aseguran que los saldos se volverán positivos una vez que se complete el proceso de ajuste en los próximos años.
Pero las proyecciones para este año del Gobierno en cuanto a crecimiento de la base de contribuyentes tampoco han sido acertadas. Hasta julio se contabilizan en 709,200 empleos formales, superior en tres por ciento en relación con el acumulado a diciembre pasado. El ejecutivo esperaba que con la reforma esta base repuntara diez por ciento.
También está pendiente que el Gobierno haga efectivo el pago de 250 millones de córdobas, la primera cuota que forma parte de la promesa del ejecutivo de honrar al Seguro Social una deuda histórica por entre 580 y 600 millones de dólares.
El problema es que dicho monto no aparece en el Presupuesto General de la República de este año y por tanto no se podría desembolsar fondos a favor del Seguro Social, pese a que el titular de Hacienda, Iván Acosta, dijo a inicios de septiembre que el pago iba en las próximas semanas.
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