Madison Bumgarner alcanzó niveles de inmortalidad en la historia de las series mundiales de las Grandes Ligas, con un dominio fantasioso de solamente una carrera en 36 innings, incluyendo un relevo de cinco ceros anoche en el séptimo y decisivo juego de la serie, para que los Gigantes de San Francisco vencieran 3-2 a los Reales de Kansas City, conquistando así su tercera corona en los últimos cinco años.
Con apenas dos días de descanso, Bumgarner pidió la bola luego de que los Gigantes se fueron arriba en el cuarto inning, por un hit empujador de Michael Morse, después de que cada equipo anotó dos carreras en la segunda entrada.
El zurdo, quien solamente admitió una carrera en siete episodios del primer juego de la serie y siguió con una lechada en el quinto desafío, se hizo cargo de la colina desde la quinta entrada y tras ser recibido con un imparable de Omar Infante, retiró en fila a los siguientes 14 bateadores, en una monumental obra.
San Francisco es el primer equipo que gana un séptimo juego de visitante desde Pittsburgh en 1979. Desde entonces, nueve habían fracasado de forma consecutiva.
[/doap_box][doap_box title=”EL MÁSVALIOSO” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]2 victorias y un juego salvado logró Madison Bumgarner en la Serie Mundial y lanzó para 0.43 en efectividad en 21 innings, para ser elegido el Jugador Más Valioso.[/doap_box]
A un out del triunfo, la presión creció, cuando Alex Gordon metió una línea de hit al bosque central y al patrullero Gregor Blanco se le escapó la pelota, permitiéndole a Gordon llegar hasta la tercera base, representando la carrera del empate.
Gigantes 3 — Reales 2
En el cajón de bateo Salvador Pérez, quien le pegó jonrón a Bumgarner en el primer juego y produjo la única carrera ante el zurdo en esta serie, ahora no pudo con el inspirado carabinero siniestro y falló en un elevado de foul por la tercera base que atrapó Pablo Sandoval para poner fin al sueño de Kansas City de ganar una corona por primera vez desde 1985.
En cambio, para San Francisco fue la continuación de un llamativo dominio sin una gran cantidad de jugadores estrella, pero con mucha química y corazón, como Pablo Sandoval, quien estableció récord de 26 hits en la postemporada y en este juego decisivo se fue de 3-3, con una anotada.
La victoria fue a cuenta de Jeremy Affeldt, quien relevó a Tim Hudson en el segundo inning y consiguió siete valiosos outs. Bumgarner se acreditó el juego salvado, pero será el nombre que todos recordarán.
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