El expresidente salvadoreño Francisco Flores, que guarda prisión en la división antinarcóticos de la policía, fue trasladado este jueves a un hospital privado para que reciba tratamiento médico por una trombosis que padece en una de sus piernas.
Por orden del juez Levis Italmir Orellana médicos del estatal Instituto de Medicina Legal examinaron al exmandatario y determinaron que padece una trombosis profunda y debe ser tratado de inmediato.
La trombosis es un coágulo de sangre que se forma en una vena profunda del cuerpo. Un coágulo se puede atascar en el cerebro, los pulmones, el corazón o en otra área, lo que lleva a daño grave.
El director de Medicina Legal Miguel Fortín dijo a periodistas que la salud de Flores se ha deteriorado debido a las condiciones del calabozo donde guarda prisión desde el 19 de septiembre. Pero el director general de la Policía Nacional, Mauricio Ramírez Landaverde, rechazó las afirmaciones sobre las condiciones de la cárcel y afirmó que “desde antes que el expresidente Flores entrara a las bartolinas se sabía que tenía una trombosis (y) se le han estado haciendo chequeos médicos constantes”.
Landaverde sostuvo Flores se ejercita varias horas al día y defendió el lugar donde está recluido que, según dijo, cuenta con las condiciones para que tenga espacio para estar en movimiento.
Flores, de 54 años, está siendo procesado por los delitos de peculado por 5.3 millones de dólares y de enriquecimiento ilícito por otros 10 millones de dólares provenientes de donaciones del gobierno de Taiwán para ayudar a damnificados de los terremotos de 2001.
Por razones de logística y costos económicos, la policía recomendó que el exmandatario fuera trasladado al hospital Rosales, el hospital público más grande del país, como sucede con todos los reos; pero el juez Orellana decidió que fuera llevado a un moderno centro hospitalario privado en la colonia Escalón, al oeste de la capital.