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Unos 211 pequeños ganaderos del Corredor Seco de Jinotega, Matagalpa, Madriz y Nueva Segovia se han preparado para garantizar la reserva de alimentos en tiempos de verano o sequía. LA PRENSA/ W. Aragón R

Ahora producen mejor

Las 22 manzanas de tierra de Rugama tienen producción diversificada en el lugar conocido como Gualacatú, Teotecacinte, en el municipio de Jalapa, y es uno de los beneficiarios del Programa de Gestión Rural Empresarial Sanidad y Ambiente (Progresa), financiado por el Gobierno de Estados Unidos, a través del Departamento de Agricultura (USDA).

En los últimos dos años pequeños ganaderos de treinta municipios de los departamentos de Madriz, Nueva Segovia, Matagalpa y Jinotega han aprendido a manejar mejor sus fincas haciendo cambios de algunas prácticas tradicionales a mejores prácticas pecuarias, “que ya las conocíamos, pero que por la asistencia técnica permanente hemos empezado a aplicarla con mucha responsabilidad”, dijo Silvio Rugama Agüero, dueño de la finca Buena Esperanza.

Las 22 manzanas de tierra de Rugama tienen producción diversificada en el lugar conocido como Gualacatú, Teotecacinte, en el municipio de Jalapa, y es uno de los beneficiarios del Programa de Gestión Rural Empresarial Sanidad y Ambiente (Progresa), financiado por el Gobierno de Estados Unidos, a través del Departamento de Agricultura (USDA).

Don Silvio también es beneficiario del programa de Trazabilidad Bovina Nacional, que se ha implementado en las 211 fincas pecuarias que atiende Progresa a través de sus socios. Esto incluye el registro de las fincas en el IPSA y la identificación de unos cinco mil bovinos aproximadamente.

Hoy don Silvio tiene una infraestructura para el almacenamiento de pasto, una bodega de 6×4 metros con capacidad para guardar entre 18 y 20 toneladas de pasto que garantizará la alimentación de sus 27 cabezas de ganado por un período de dos meses, en el período más crítico. Antes perdía un animal por año por falta de alimento.

LA ASISTENCIA TÉCNICA
[doap_box title=”Adiós enfermedades” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]Catholic Relief Services (CRS) a través del Programa de Gestión Rural Empresarial Sanidad y Ambiente (Progresa) se ha planteado entre sus objetivos declarar el hato libre de enfermedades como la brucelosis y tuberculosis, pero además certificar en los próximos seis meses con el IPSA las 211 fincas atendidas, reveló Santos Palma, gerente de Desarrollo Empresarial en el Programa Progresa. El enfoque es fuerte en lo relacionado con la trazabilidad, buenas prácticas agrícolas y buenas prácticas pecuarias.[/doap_box]

Reybin Emilio Sánchez Ponce, técnico encargado de productividad en el Inprhu, una de las organizaciones socias de Progresa en Jalapa, informó que atienden a 16 fincas con el componente de buenas prácticas pecuarias, “impulsando un adecuado manejo de productos veterinarios para el ganado, entrega de infraestructura pecuaria, capacitación y la entrega de botiquines para el control de enfermedades”.

Añadió que el acompañamiento de Progresa a los productores inició en febrero del 2013 y finalizará en septiembre del 2015.

En cada una de las 211 fincas atendidas invierten 1,650 dólares en infraestructura, es decir, en corrales, salas de ordeño, silos para almacenamiento de alimentación para verano, letrinas, lavamanos y equipos botiquín básico) para una inversión total de 11.7 millones de dólares. El 23 por ciento de los beneficiarios son mujeres jefas de familia.

GRAN INVERSIÓN

El USDA ha invertido en estos tres años unos 346,000 dólares en estas zonas del Corredor Seco de la región norte del país, con el objetivo de que los productores beneficiados garanticen la inocuidad en la producción de leche y carne, el bienestar en la crianza de sus animales de doble propósito (carne y leche) para su comercialización y la protección del medioambiente.

EL OBJETIVO

El proyecto que ejecuta Catholic Relief Services (CRS), a través del Programa de Gestión Rural Empresarial Sanidad y Ambiente (Progresa), con el financiamiento del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos en 30 municipios ubicados en el Corredor Seco de Jinotega, Matagalpa, Madriz y Nueva Segovia, beneficia a 2,800 pequeños productores ganaderos de estas zonas, con el programa de las Buenas Prácticas Pecuarias (BPP) y busca aumentar la productividad del ganado de doble propósito (carne y leche) y elevar las condiciones de vida de los beneficiarios.

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