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De Cenide a Ceneo y de vuelta a Cenide

Ya había escrito, en enero de 2011, un artículo sobre el mito de Cenide y Ceneo, el cual se relaciona con el fenómeno humano de la transexualidad.

Ya había escrito, en enero de 2011, un artículo sobre el mito de Cenide y Ceneo, el cual se relaciona con el fenómeno humano de la transexualidad. Pero me han pedido que vuelva a escribir sobre el tema, lo cual hago tratando de abordarlo ahora desde otra perspectiva, pues sobre cada uno de los mitos se pueden escribir diversos artículos sin agotar el tema.

Según definición del diccionario universal en línea Dixio , la transexualidad “es una identidad transgénero que define la convicción por la cual una persona se identifica con el género opuesto a su sexo biológico, por lo que desea vivir y ser aceptado como una persona del genero opuesto”. Y el caso de Cenide, quien siendo hembra fue convertida en hombre por su propia voluntad, me parece que demuestra que el fenómeno humano de la transexualidad existe desde la remota antigüedad.

Del mito de Cenide habla el poeta latino Ovidio en Las Metamorfosis, uno de sus libros más conocidos . Esta es una obra en versos que consta de 15 libros en la cual Ovidio narra la historia del mundo (mediante una combinación de historia con mitología), desde la Creación hasta la muerte y divinización de Julio César, quien según la leyenda fue llevado por los dioses al cielo y colocado entre las estrellas como una de ellas.

En Las Metamorfosis Ovidio habla de las transformaciones que algunos dioses hacen de ellos mismos, y las que hacen a determinados seres mortales a fin de alcanzar sus propósitos. En algunos casos lo hacen para corregir errores o reparar daños y en otros para castigar acciones indebidas, pero también para engañar a personas mortales a las que quieren poseer sexualmente.

Es en el Libro XIII de Las Metamorfosis , que Ovidio canta el caso de Ceneo. Ovidio relata que el viejo y sabio Néstor (el rey de la ciudad de Pilos que fue a la Guerra de Troya, pero no a combatir porque no se lo permitía su avanza edad, sino para aconsejar a los reyes griegos en las reuniones de estrategias) le cuenta al héroe Aquiles la historia de Ceneo, un varón que fue transformado en una hermosa doncella que fue llamada Cenide. “Brillante por su hermosura fue la descendencia de Elato, Cenide, de las tesalias la doncella más bella, y en las cercanas, y en tus ciudades —pues fue paisana tuya, Aquiles—, en vano por los votos de muchos pretendientes fue deseada”.

Es que la hermosa Cenide no aceptaba pretendientes, no se sabe si porque no le gustaban los hombres o porque no quería comprometerse. Ella solía pasear por la playa para dar rienda suelta a sus pensamientos y quizás a sus aspiraciones íntimas, entre las cuales estaba tal vez la de cambiar su condición sexual.

Poseidón, dios de los mares y de todas las criaturas que viven en las aguas, observaba a Cenide desde las profundidades marinas hasta que un día la raptó y llevó a sus húmedos dominios. Y cuenta Ovidio que después de poseer a la hermosa muchacha, para recompensar su delicioso favor sexual Poseidón le ofreció concederle el deseo que quisiera. Y Cenide le respondió al dios que después de la injuria vergonzosa que había sufrido lo que deseaba era ya no ser mujer.

Concedió Poseidón su deseo a Cenide y la transformó en un apuesto varón que se puso el nombre de Ceneo. Y fue un hombre tan viril y valiente Ceneo que se destacó como caudillo guerrero y el pueblo de los lapitas (que habitaba la región de Tesalia en la Grecia Central) lo coronaron como su rey.

Pero el poder llenó de soberbia a Ceneo, quien mandó a sembrar una lanza en la plaza de la ciudad y ordenó que toda la gente la adorara como a una divinidad, prohibiendo que se adorase a cualquier otro dios.

Tanto engreimiento de Ceneo indignó a Zeus y para castigarlo instigó a los centauros (los seres que eran mitad humanos y mitad caballos) para que lo mataran. Y así ocurrió durante la celebración de las Bodas de Piritoo.

Los centauros golpearon a Ceneo en la cabeza hasta hundirlo en la tierra. Pero al morir Ceneo recuperó su original forma de mujer y volvió a ser Cenide. Y cuenta la leyenda que el alma de Cenide voló al cielo convertida en un ave de brillante plumaje blanco y rojo, la cual según la leyenda habría sido el primer flamenco de la Tierra.

Columna del día Ceneo Cenide mitología griega archivo

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COMENTARIOS

  1. Hace 9 años

    Don Luis, me gusta que le guste la mitologia, pero lo que mas me gusta es que Ud guste de compartir sus lecturas y conocimientos con los muchos lectores del Diario de loa Nicaraguenses, que somo muchos dentro y fuera del suelo patrio.

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