Ocho años después de publicado el Estudio Mundial sobre la Violencia contra los Niños y Niñas, conocido como Unvac, Codeni realizó un segundo informe sobre la situación en el país.
“En el país se ha avanzado en reconocer la violencia como un problema de salud pública”, indicó Adilia Amaya, del Consejo de Coordinación de Codeni, al presentar el informe.
Amaya destacó que en los juicios por violación y cualquier tipo de violencia contra menores, debe buscarse hacer sinergia entre organizaciones y autoridades de justicia, para que los procesos no se caigan, pues “parte de la recuperación de una niña y adolescente es ganar el juicio porque entonces se reafirma su verdad”.
Uno de los señalamientos de Amaya es de que los datos oficiales sobre el impacto de la violencia están atrasados.
[/doap_box][doap_box title=”” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]12 recomendaciones realizó Codeni en el segundo informe sobre el cumplimiento a las recomendaciones del Estudio Mundial sobre Violencia Contra Niños y Niñas conocido como Unvac.[/doap_box]
La procuradora especial de la Niñez, Martha Toruño, sostuvo este viernes que en el país se sigue dando el intercambio de niños a cambio de dinero o trueques por algún producto o material.
“No tienen que ser árabes, que se casan hombres de 40 (años) con niñas de 7, pero aquí pasan cosas parecidas sin casamientos”, denunció la defensora de la Niñez durante su intervención en una actividad promovida por la Federación Coordinadora Nicaragüense de ONG (Codeni).
Toruño fue una de las que comentó la presentación del segundo informe, sobre el cumplimiento a las recomendaciones del Estudio Mundial sobre la Violencia contra los Niños y Niñas (Unvac), que cumple ocho años y en las que Codeni hace 12 recomendaciones alrededor del tema.
Como parte de esas recomendaciones Adilia Amaya, del Consejo de Coordinación de Codeni, planteó que se debe asegurar la rendición de cuentas y poner fin a la impunidad, así como crear sistemas de denuncia y servicios accesibles y adecuado para los niños.
ENTREGADAS EN TRUEQUE
Al comentar una de las recomendaciones del estudio que se refiere a eliminar prácticas negativas, entre las que menciona el matrimonio infantil, Toruño dijo que en el país no existe la cultura del matrimonio infantil.
“Pero cada vez son más frecuentes, conocemos casos bastante frecuentes de niñas y niños que sí son entregados por los padres y las madres a cambio de dinero, a cambio de unas tejas de zinc, de unos sacos de frijoles o de cualquier otro material”.
Y aclaró: “No necesariamente Waspam, porque se dice que en Waspam sucede, también aquí en el barrio Waspam (en Managua) sucede y en cualquier lugar los niños son entregados ”.
EL TALAMANA
LA PRENSA ha publicado en múltiples ocasiones denuncias respecto a la venta de niñas en Waspam, Río Coco. El 26 de junio de 2014 en dicha publicación se señaló que una investigación del Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas (Ieepp), reveló que en esa zona prevalece el talamana (pago de la sangre) para resarcir el daño a la víctima con la entrega de bienes.
En ese informe se destaca que en las comunidades Río Coco Arriba y Río Coco Abajo las niñas son vistas como una forma de obtener ingresos. Muchas veces los hombres pagan el resarcimiento, que puede ser una o dos vacas, pero se llevan a la niña.
En ese sector, la sexualidad representa un valor social que genera réditos a la familia que es la que decide, pues los padres llevan a las niñas a minas artesanales donde las explotan sexualmente o las venden hasta por 2,500 dólares a los narcotraficantes que cruzan el río Wangki del lado hondureño, dice el informe publicado el año pasado por el Ieepp.
NIÑOS ESCLAVOS
Toruño añadió: “Es bueno hacer el énfasis en los registros, pero a veces los niños son usados para transacción, esa cultura que es de la pobreza, estamos claros que tiene que ver con la situación de pobreza y todo, tenemos que tomarlo más en cuenta”.
Expresó que muchas veces esos niños “son prematuramente esclavos”, pues son trasladados a casas donde hacen trabajos domésticos o de otro tipo. “Y van a casa de gente con las que no tienen ningún vínculo ni de sangre ni nada con ellos y que son esclavitos y esclavitas, sobre todo, es más frecuente en niñas y esa es una práctica indeseable que no está visibilizada, pero existe”.
Toruño también advirtió que a nivel doméstico la niñez enfrenta mucha inseguridad. “Si bien se habla que tenemos un país muy seguro, pues realmente, la seguridad no llega al nivel doméstico… a nivel doméstico seguimos teniendo mucha inseguridad”, dijo Toruño.
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