Los números oficiales indican que la recaudación de impuestos en 2014 no logró el objetivo planteado por el Gobierno. Se contabilizan hasta diciembre un total de 47,235.7 millones de córdobas, cifra que se queda corta a la meta de 49,034 millones de córdobas presupuestados. Las estadísticas publicadas por el Banco Central de Nicaragua (BCN) reflejan que faltaron 1,798.3 millones de córdobas al monto esperado.
Ayer el ministro de Hacienda y Crédito Público, Iván Acosta, defendió que “la recaudación va por un buen camino”. “Podemos resumir que el desempeño del ingreso tributario ha sido positivo, la actividad económica es positiva”, afirmó el ministro Acosta.
La evasión fiscal es otro problema que limita la disponibilidad del Presupuesto General de la República para cubrir las necesidades de los ciudadanos, señala el economista Alejandro Aráuz.
Menciona que los datos oficiales han estimado que la evasión fiscal en Nicaragua es entre un nueve y diez por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). “Y teniendo en cuenta que los beneficios fiscales son alrededor del diez y 12 por ciento del PIB, son montos importantes los que se dejan de recaudar”, dijo.
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Sin embargo las estadísticas oficiales lo contradicen porque los impuestos obtenidos quedaron por debajo de las metas ajustadas por el Gobierno en el recorte del Presupuesto General de la República 2014, en agosto pasado. Originalmente el presupuesto de ingresos se estimó en 52 mil millones de córdobas.
La reforma presupuestaria recortó en 3,077.5 millones de córdobas la proyección de ingresos, justificado por la desaceleración de la economía durante el primer semestre del año pasado, entre otros factores por los sismos, la sequía y la merma en la inversión privada.
TASA DE CRECIMIENTO RINDE, PERO…
En términos de crecimiento la recaudación fiscal aumentó 15.8 por ciento en 2014 con relación al año anterior. Sería un resultado mayor al 11.3 por ciento del Presupuesto reformado.
Sin embargo, los economistas Alejandro Aráuz y Henry Thompson recuerdan que a finales de marzo 2015 toca la declaración y liquidación anual del Impuesto sobre la Renta (IR), cuyo resultado ajustará todas las cifras de la recaudación, incluida su tasa de crecimiento.
Explican que será importante el balance entre lo declarado por los contribuyentes y la devolución del IR debido a que el retorno de impuestos a las empresas suele ser un fuerte monto para el flujo de caja de Hacienda.
Thompson y Aráuz coinciden en que además es necesario evaluar cada impuesto para determinar si su comportamiento fue conforme se esperaba o hubo algo atípico que provocara su desaceleración.
El IR aportó 17,658.4 millones de córdobas, mostrando un crecimiento del 21.6 por ciento anual. En relación con lo previsto por el Gobierno fueron 527.8 millones de córdobas adicionales al monto esperado.
Thompson, del equipo de especialistas tributarios del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), cree que la próxima declaración anual del IR “debe ser sin problemas, porque los pegones suscitados anteriormente entendemos que se superaron”.
La Ley de Concertación Tributaria cambió a año calendario (de enero a diciembre) el período fiscal, por lo que en marzo se efectúa la declaración. El período fiscal anterior era de junio a julio.
Y ya están acordados los formularios para declarar, dijo Thompson, quien espera que el sistema electrónico de la DGI supere cualquier inconveniente técnico para finales de marzo.
¿QUÉ PASA CON IVA DOMÉSTICO?
El impuesto que arrastró todo el año un comportamiento deficiente fue el Impuesto al Valor Agregado (IVA) doméstico, que particularmente en diciembre cayó en 151 millones de córdobas.
Ese resultado del IVA doméstico en diciembre solo es entendible para Thompson “si hubo una sobreestimación de las metas oficiales”, es decir que Hacienda calculó una cifra alta en captar impuestos por las ventas que son fuertes históricamente.
La Cámara de Comercio y Servicios de Nicaragua calculó en 586 millones de dólares el movimiento de dinero durante las fiestas navideñas y de fin de año en 2014.
El economista menciona que la mayoría de los sectores reportaron “excelentes ventas, por tanto los cálculos (de la Cámara) fácilmente se cumplieron, pero habría que conocer cuánto previó” la Dirección General de Ingresos (DGI) y la Dirección General de Aduanas (DGA) recaudar, para determinar si eran cifras sostenibles.
Un ejemplo de deficiente recaudación fue la de los aguardientes y rones al generar apenas 22.5 millones de córdobas más que en 2013.
VERIFICAR EL USO DEL INCENTIVO FISCAL
Aráuz valora en general la recaudación en 2014 “más o menos lo que se ha venido estimando en los programas oficiales”, permitiendo al Gobierno mejorar su flujo de caja tras los problemas del cambio del calendario para declarar el IR.
“Lo que sigo insistiendo es en analizar bien la estructura de los impuestos, primero el IR al afectar su peso en los asalariados, y en las dificultades en las empresas que quieren invertir”, dice Aráuz.
Con respecto a las inversiones el economista explica que en la Ley de Concertación Tributaria “hay inconveniente porque su reglamento no es claro en cuánto es el tiempo que tendrá para obtener flujo de caja para pagar impuestos”, porque “no se sabe exactamente si será mensualmente o al final del año”.
Aráuz resalta lo débil que sigue siendo la Administración Tributaria para supervisar si los beneficios fiscales que aprueba a las empresas realmente tienen el uso correcto.
La ley establece que para obtener el beneficio fiscal (ya sea exoneración o exención de impuestos) la empresa debe presentar su inscripción en el Registro Mercantil, el aval del ente regulador del sector al que pertenece su actividad y el listado de materia prima que no paga impuesto conforme la lista taxativa oficial.
“Estoy casi seguro que por ahí hay una gran bolsón de impuestos que no se reflejan porque Ingresos solo revisa los hechos contables, los números de los documentos pero no verifican en físico en la compañía si hacen las capacitaciones a los empleados, si adquirieron las maquinarias, por ejemplo”, señala Aráuz.
La reforma a la Ley de Concertación Tributaria de diciembre pasado derogó los límites de las exoneraciones a las grandes empresas.
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