Nicaragua pagó en enero pasado 51.5 dólares en promedio por cada barril importado, lo que significó un ahorro de hasta 52.5 dólares respecto a los 104 dólares que facturó en igual mes del año pasado, reveló ayer el Banco Central de Nicaragua (BCN) al publicar el informe sobre el comportamiento de la factura petrolera. Esta drástica reducción en el precio del petróleo fue lo que permitió que en término general la factura cayera 32.2 por ciento en relación a enero del año pasado.
En términos absolutos, en enero pasado la factura petrolera (que incluye importación de crudo y sus derivados) totalizó 80.62 millones de dólares, 38.65 millones de dólares menos que en el primer mes de 2014, cuando se gastaron 119.75 millones de dólares.
El precio promedio pagado en enero de este año es el segundo más bajo de los últimos siete años, y solo por la importación de este producto, es decir sin incluir el gasto por combustibles y lubricantes, el ahorro en el mes de referencia fue de 53.81 millones de dólares, desvelan las cifras oficiales.
En cuanto a la facturación por importación de combustibles (gasolinas, diesel y otros) el país pagó 15.28 millones de dólares más que en enero del año pasado, cuando se desembolsaron 50.03 millones de dólares. Las cifras del Banco Central de Nicaragua confirman que Nicaragua está importando petróleo más barato para generar energía, cuya matriz depende en un cincuenta por ciento de esa materia prima.
Si se trasladara parte de este alivio petrolero a través de una rebaja en la tarifa eléctrica de entre el 11 y 30 por ciento, esto tendría un impacto multiplicador en la economía familiar y empresarial, insistieron ayer economistas.
Los expertos coincidieron que esto se traduciría de manera inmediata en una mejora en el poder de compra de los hogares y en los costos de producción de las empresas. “Imagínese alguien que paga cien dólares mensuales (en energía), si se le aplica una reducción del treinta por ciento se ahorrará treinta dólares al mes, entonces aumentará su poder adquisitivo”, afirma el economista Adolfo Acevedo, quien cree que hay condiciones para llevar un treinta por ciento de alivio en la tarifa energética.
El economista reconoce que la rebaja se haría principalmente a todos los sectores que consumen más de 150 kilovatios hora mensual, mientras que a los que están por debajo de ese rango el alivio se sentiría mediante bajas de precios, lo que estimularía el consumo nacional. “Por el lado de las empresas bajaría el costo de producción, si bajan los costos, bajan los precios, al menos en los mercados competitivos”, precisó.
El especialista recuerda que actualmente los que estuvieron cubiertos por el subsidio por consumo energético inferior a los 150 kilovatios mensual, estaban pagando una tarifa basado en un petróleo fijado a cincuenta dólares el barril. “La tarifa que están pagando todos los que consumen menos de 150 kilovatios, es la que deberían estar pagando todo el mundo ahorita con este petróleo a cincuenta dólares”, precisa.
HAY EXPECTATIVA
En las calles de Managua esa es la expectativa que tienen algunos propietarios de pequeños y medianos negocios. Aracely Barrios, quien desde hace cinco años tiene una pulpería en el barrio Costa Rica del Distrito Cuatro en Managua, afirma que una reducción en la tarifa eléctrica “sea cual sea” vendría a aliviar la pesada carga que significa pagar entre 1,800 y 2,000 córdobas en su factura eléctrica.
“Mientras más baje la energía mejor para nosotros, sinceramente, porque lo que me ahorre en el pago, lo puedo usar para comprar más productos e invertirlos en la venta”, afirma Barrios, quien señala que su consumo lo genera principalmente un exhibidor de gaseosas y una mantenedora.
Basado en las propuestas que plantea la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides), de que al sector comercial se le baje un 11 por ciento, Barrios cada mes se ahorraría entre 198 y 220 córdobas. En tanto, si se le aplicara el treinta por ciento que propone Acevedo, el ahorro en esta pulpería sería de entre 540 córdobas y 600 córdobas.
María Lourdes Borge, dueña desde hace 17 años de un negocio de leche agria, sentiría con mayor fuerza ese alivio. Ella dice que paga hasta siete mil córdobas mensuales por energía. “Claro que un precio más barato en la luz nos ayudaría en todo, tendría un mejor nivel de vida, porque la verdad que se gana solo para pagar y eso no es justo”, respondió al ser consultada por LA PRENSA.
En su negocio, Borge tiene dos equipos grandes de refrigeración de 24 horas para la leche agria que vende en su local llamado El Ángel, en Carretera Norte.
Ambas coinciden con que ya es tiempo que las autoridades del gobierno central reduzcan la tarifa eléctrica tomando en cuenta que no han sido beneficiadas con el subsidio en la tarifa a los que consumen menos de 150 kilovatios hora.
Barrios, por su parte, afirma que de ser real la reducción en la tarifa, ella podría vender carne de res y pollo porque podría introducir otro equipo de refrigeración en su pulpería e incluso ofrecer un precio mejor a sus clientes, ya que ella desistió de hacerlo porque pagaba mucho más dinero en el recibo mensual.
FAMILIAS SE RESTRINGEN
“En nuestro caso hemos tenido que dejar de vender algunos productos, que si bien la gente los buscaba diario y uno percibía su dinerito, pero se tuvo que priorizar los equipos que tendríamos en la pulpería”, explica María Flores, quien tiene una pulpería en el barrio México en Managua.
“Solo espero que realmente consideren la necesidad de la clase trabajadora que queremos y necesitamos salir adelante por nuestras familias”, añade Flores, quien es madre soltera y de esos ingresos ha podido que sus dos hijos vayan a la universidad.
Según datos del Instituto Nicaragüense de Energía (INE), por la reducción en el precio del petróleo el país acumula casi cuarenta millones de dólares en ahorro por el gasto de generación de energía. Pero el Gobierno se ha negado rebajar la tarifa aduciendo que debe honrar el pago por doscientos millones de dólares que adeuda a la Caja Nacional Rural (Caruna), el cual se pagaría gradualmente cuando se transformara la matriz energética y por el que se paga una tasa de interés del ocho por ciento. No hay plazo.
PIB 2015 CRECERÍA MÁS
El director ejecutivo de Funides, Juan Sebastián Chamorro aseguró que de rebajar la tarifa eléctrica se produciría un significativo efecto en todos los eslabones de la economía nacional, lo que permitiría que el Producto Interno Bruto (PIB) creciera 0.5 y 1 punto porcentual más de lo proyectado para este año.
Ese crecimiento adicional, precisa, se obtendría de reducir la tarifa entre 11 y 25 por ciento en los distintos sectores. Chamorro dijo que el crecimiento en el PIB estaría estimulado principalmente por un reputen en el consumo nacional, un indicio que ya es evidente con la baja en el precio de los combustibles. El Fondo Monetario Internacional prevé un crecimiento económico este año de cinco por ciento para Nicaragua.
Hasta los mercados ya han pedido al Gobierno que baje la tarifa. Jorge González, presidente de la Asociación de Mercados de Managua, dijo que confían en que al término del primer trimestre de este año haya una baja en la tarifa, lo que beneficiaría al treinta por ciento de los comerciantes que pagan energía en el mercado Oriental. González dijo que están dispuestos a esperar al Gobierno.
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