Las primeras 4 familias, de 192, que será reubicadas del precario Triángulo de la Solidaridad por la construcción de una carretera, recibirán las primeras viviendas de parte del estado costarricense, según la líder de la comunidad, Ana Martínez.
“Estamos esperando que el 17 de abril se entreguen las primeras 4 casas, según lo acordado con el (estatal) Bahvi (Banco Hipotecario de la Vivienda)”, declaró Martínez.
Las 192 familias serán reubicadas con soluciones de vivienda donadas o mediante créditos, según proyecciones del gobierno. Sobre una parte del terreno de este asentamiento pasará la Circunvalación Norte, la carretera que construirá el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (Mopt) a un costo de 147 millones de dólares.
Así como el proyecto vial cumple 40 años de haber sido concebida, el reasentamiento del Triángulo se ha pospuesto en varias ocasiones mientras el Ministerio de Vivienda y Asentamientos Humanos (Mivah) busca las alternativas de construcción de casas en sitios discretos, para evitar el rechazo de las comunidades a los nuevos habitantes.
“Como es dinero del estado hay que garantizar buen uso de ella, por eso el proceso de reubicar las familias no es tan fácil”, dijo el Ministro de Vivienda Rosendo Pujol.
Las primeras cuatro casas llegarían al tiempo que la Contraloría General de la República (CGR) avaló la construcción en cuatro tramos de la Circunvalación, vía de 5,4 kilómetros urgente para el país, debido a que el estado aún no tiene todos los terrenos para desarrollar el proyecto completo por la falta de reubicación del precario.
“”Nosotros no queremos contenedores provisionales para vivir como ha dicho el Mivah. Necesitamos casas y ese dinero de contenedores reacondicionados como casas puede ser usado en otro proyecto. La construcción del tramo de carretera que pasa por el Triángulo quedará de último”, reiteró Martínez.
Desde el inicio Triángulo de la Solidaridad es un barrio marginal. Sus ranchos son cubiertos de latas de zinc y restos de madera. En el año 2012 el MIVAH hizo un censo y contabilizó 1,990 personas integradas en 522 familias, quienes viven hacinadas y en condiciones insalubres. El 62% por ciento de ellas son nicaragüenses, aunque Martínez asegura que los originarios de Nicaragua son el 90% porque muchas familias tienen arraigo como hijos nacidos en Costa Rica.