El golpe más contundente a la ya cuestionada reputación de la Federación Internacional de Futbol Asociado (FIFA) fue asestado la mañana de ayer en Zúrich, Suiza, donde siete altos dirigentes de ese organismo fueron detenidos por la policía, acusados de múltiples actos de corrupción.
Uno de los detenidos es el nicaragüense Julio Rocha López, quien después de presidir durante 25 años la Federación Nicaragüense de Futbol (Fenifut), se había trasladado a Panamá para dirigir la Oficina de Desarrollo de la FIFA, desde donde se coordinan proyectos en México, Centroamérica y el Caribe.
La FIFA, que había reunido a sus más importantes dirigentes mundiales en un congreso que tiene como principal punto de agenda la elección de su presidente programada para mañana, fue sorprendida por un operativo de la policía suiza, que irrumpió en el lujoso hotel Baur au Lac, donde detuvo a los altos cargos, acusados de sobornos masivos, chantajes y conspiración para el blanqueo de capitales, entre otros delitos.
Junto con Rocha, también están detenidos Jeffrey Webb (Islas Caimán), vicepresidente de la FIFA y presidente de la Concacaf; Eduardo Li (Costa Rica), miembro de los ejecutivos de la FIFA y de la Concacaf; Costas Takkas (Islas Caimán), adjunto al gabinete del presidente de la Concacaf; Eugenio Figueredo (Uruguay), vicepresidente de la FIFA; Rafael Esquivel (Venezuela), miembro ejecutivo de la Conmebol, y José María Marín (Brasil), miembro del comité de organización de la FIFA para los Juegos Olímpicos.
Las detenciones en Suiza se realizaron a petición de autoridades estadounidenses, las que gestionan la extradición de los acusados. Según la fiscal general de Estados Unidos, Loretta Lynch, los acusados habrían pactado sus delitos en territorio norteamericano y utilizado su sistema financiero para sus transacciones, estimadas en 150 millones de dólares.
“Los sobornos y el dinero ilegal se convirtió en la manera corriente de hacer negocios dentro de la FIFA hasta crear una cultura de la corrupción que pudrió el deporte más grande del mundo”, afirma el director del FBI, James B. Comey, en un comunicado oficial publicado ayer por el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Mientras tanto, la fiscal Lynch denunció que los detenidos “utilizaron sus posiciones de confianza para solicitar sobornos a cambio de los derechos comerciales, y lo hicieron una y otra vez, año tras año, torneo tras torneo”.
EVIDENCIA EN MANO
Sin embargo, el “destape” de la corrupción en la FIFA no habría sido posible sin la cooperación de Chuck Blazer, el antiguo hombre fuerte del futbol estadounidense, quien grabó durante tres años las conversaciones de los ejecutivos del organismo y proporcionó la evidencia a la justicia de su país.
Ahora con 70 años y enfermo de cáncer, Blazer fue atrapado por evasión fiscal hasta por un monto de 20.6 millones de dólares, por lo que acordó cooperar a cambio de recibir un castigo piadoso y ayudó a construir el caso que ha concluido ayer con la detención de los ejecutivos de la FIFA.
Blazer accedió a colaborar con el Departamento de Justicia de Estados Unidos tras declararse culpable de conspiración de delitos como crimen organizado, fraude, blanqueo de dinero, evasión de impuesto sobre la renta y por no presentar un informe sobre sus cuentas en bancos extranjeros.
A cambio, con un micrófono oculto, grabó las conversaciones de los dirigentes, lo que unido a la documentación física y electrónica ocupada por las autoridades estadounidenses “ha permitido que podemos tener atados todos los cabos”, dijo el director del FBI.
SIEMPRE CONTROVERSIAL
Después de una discreta carrera como jugador, Julio Rocha se convirtió en técnico y luego en directivo del equipo Diriangén, desde donde saltó al comité ejecutivo de la Fenifut, organismo que lideró a partir de 1988, tras la muerte en un accidente automovilístico del entonces presidente, comandante Walter Ferretti.
Su gestión ha estado siempre rodeada de la polémica, debido a que tras desempeñarse como secretario, asumió la presidencia de la Fenifut, saltando por encima de los vicepresidentes. A menudo se le acusó de tener un carácter fuerte y utilizar la imposición como estilo de trabajo en su administración.
Pero las mayores imputaciones se le hicieron por el manejo de los recursos. La más visible ocurrió en el 2002, cuando Ronald Bolaños, presidente de la Asociación de Futbol de Masaya, lo acusó de haber adquirido a su nombre terrenos en los cuales se construyó la Escuela de Talentos, en Diriamba.
De igual forma se cuestionó su manejo de recursos en la construcción del Estadio Nacional de futbol en los terrenos de la UNAN, proyecto que aún no se concluye a pesar de haberse iniciado en 2004.
Durante la administración de Rocha en la Fenifut, se conoció de amaños de partidos con jugadores nicaragüenses involucrados. Incluso, Armando Collado fue suspendido de por vida por este motivo.
De igual forma, se vinculó a la Fenifut con la empresa Exclusive Sports, que tenía como objetivo organizar partidos que luego resultaron amañados. Se asegura que algunos viajes de selecciones nacionales, fueron pagados por personas dedicadas al amaño de encuentros.
Rocha, de 64 años e ingeniero de profesión, también fue presidente del Comité Olímpico Nicaragüense y salió del puesto en 2008 después que fue impugnada su cuarta reelección. Había asumido ese cargo desde 1995.
Debido a su preparación profesional y su habilidad para establecer relaciones, Rocha se abrió paso a nivel regional en el futbol y hasta llegó a ser presidente de la Unión Centroamericana de este deporte, pero al parecer, su ambición no tenía límites.
SILENCIO OFICIAL EN NICARAGUA
Mientras la Fiscalía de Costa Rica reaccionó el miércoles 27 de mayo casi de inmediato al escándalo internacional de corrupción en la FIFA al que se vincula el presidente del futbol local, Eduardo Li, al anunciar el inicio de una investigación, en Nicaragua hay silencio oficial sobre el tema que relaciona a Julio Rocha, que igual que Li, también está detenido en Suiza.
La única reacción de Nicaragua fue la solicitud de la cancillería a Suiza de un informe sobre el estatus de Julio Rocha, detenido en ese país.
“El Gobierno de Nicaragua solicita atentamente al Ilustrado Gobierno de la Confederación Helvética, le informe sobre el estatus en que se encuentra el ciudadano nicaragüense Julio Rocha López en ese país”, dice la nota de prensa de la Cancillería, citada en el portal oficialista El 19 Digital.
Rocha es hermano de dos jefes policiales: el comisionado general Horacio Rocha, quien se afirma pasó a trabajar desde hace un mes directamente en las oficinas de la Secretaría del FSLN, y de la comisionada mayor Roxana Rocha.
Pese al escándalo mundial, la vocera del Gobierno, Rosario Murillo, en sus acostumbradas alocuciones del mediodía a través de los medios oficialistas ignoró este hecho y más bien anunció que el Movimiento Deportivo Alexis Argüello junto con el Instituto de Deportes, Ministerio de la Juventud, la Federación Nicaragüense de Futbol, entre otros, desarrollarán el campeonato nacional juvenil de futbol.
Mientras el vocero de la Policía Nacional, comisionado mayor Fernando Borge, dijo desconocer lo que sucedía en el extranjero con Rocha, así como si existió o no alguna solicitud de cooperación para investigarlo en el país.
Tampoco respondió sobre supuestas “incursiones policiales” a varios sitios deportivos incluidos el Polideportivo y estadios, como reveló una fuente de forma extraoficial. Aunque otras fuentes aseguran que estas pesquisas están relacionadas con problemas de presupuesto vinculados con el Instituto Nicaragüense de Deportes (IND).
José María Bermúdez, quien en el momento en que Rocha estaba en la Federación Nicaragüense de Futbol fue gerente de selección, alegó que no sabía nada. “Esa es una noticia que sorprende”, manifestó luego de haber leído las publicaciones internacionales, y recordó que él llegó a la federación hasta en 2008.
“Realmente que es un tema que lo desconozco por completo y en el tiempo que estuve en la Federación jamás se escuchó algún rumor, alguna cosa, siempre todo caminó bajo una vía normal”, refirió Bermúdez quien explicó que la FIFA acostumbraba hacer año con año auditorías con una firma internacional “y la Federación tengo entendido todo el tiempo salió bien en las auditorías”.
Elizabeth Romero