La carrera de Alex Rodríguez no ha sido común: llegó a los 19 años a las Grandes Ligas. En su momento fue el jugador mejor pagado con un salario de 27 millones por temporada y hasta fue sancionado con una campaña fuera por su uso de sustancias prohibidas.
Su llegada al club de peloteros con 3,000 hits tampoco podía ser común. Fue un jonrón el que llevó al pelotero nacido en Nueva York, pero de ascendencia dominicana, a escribir una nueva página en su historial, que en unos años será motivo de nuevos e intensos debates entre los votantes del Salón de la Fama.
No quiso esperar. Hizo swing al primer picheo del ganador del Cy Young Justin Verlander contra él, una recta de 95 millas, que fue enviada más allá de la barda entre el jardín central y derecho. Había dos outs en el primer inning.
A-Rod, quien se fue de 4-1 en el juego, es el pelotero 29 con 3,000 hits en la pelota de Grandes Ligas y es apenas el tercero que arriba a esta cifra con un jonrón, junto con Wade Boggs y su excompañero de equipo, Derek Jeter.
Pero ahí no acaban las particularidades, pues también es apenas el tercer miembro de otro club, el de jugadores con 3,000 hits y 600 jonrones suma 667 cuadrangulares, los otros son Hank Aaron (3,771 y 755) y Willy Mays (3,283 y 660).
Los aficionados yanquis al parecer ya olvidaron la sanción, las lesiones y hasta la mentira. Ayer hicieron salir del dogout a Alex, para recibir una ovación.
Los Yanquis ganaron el juego 7-2 a los Tigres de Detroit, también con vuelacercas de Didi Gregorius (3) y Brett Gardner (7).
Marco Estrada (5-3) lanzó siete entradas sin hit, hasta que el primer bateador del octavo inning, Jimmy Paredes, colocó un débil elevado en el jardín izquierdo que puso fin a su trabajo. El juego fue ganado por los Azulejos de Toronto 5-2 sobre los Orioles de Baltimore. Pese a perder el no hitter, Estrada ganó en una de sus mejores aperturas, con siete capítulos de un hit, cuatro boletos y seis ponches.
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