El economista independiente Adolfo Acevedo insistió en que el contrato de concesión firmado por el Gobierno de Nicaragua y los representantes del proyecto Tumarín tiene que ser revisado, ya que a su criterio no es el más beneficioso para el país.
El mayor proyecto hidroeléctrico de Nicaragua actualmente se encuentra involucrado en una grave polémica luego que el sitio web de Istoé Brasil revelara a la empresa Queiroz Galvão como un brazo internacional de Petrobras, que participó en un supuesto desvío de fondos.
Esta empresa es la misma que desarrolla el proyecto Tumarín.
Los representantes del proyecto en el país comunicaron a LA PRENSA que posiblemente mañana brinden una conferencia de prensa para responder sobre las revelaciones de Istoé Brasil.
“Resulta preocupante la autorización del precio de 14.5 centavos (de dólar) el kilovatio hora para Tumarín, cuando en el resto del continente el costo promedio de la energía hidráulica es de dos centavos y el precio al consumidor nunca pasa de los 6.6 por el kilovatio hora”, señaló Acevedo a LA PRENSA en un correo electrónico.
RUIDOS DE SOBORNOS
“Es relativamente bajo el costo de la energía hidroeléctrica en términos de mantenimiento, operación y costos de combustible, en comparación con otras fuentes de electricidad y a través de toda la vida completa del proyecto”, señala el reporte de la firma especializada.
El periodista de Istoé Brasil, Josie Jeronimo, publica que Petrobras utilizó dos proyectos: Tumarín en Nicaragua y la planta de energía Inambari de Perú, para garantizar un margen suficiente de dinero y pagar supuestos sobornos a políticos.
Tumarín es desarrollado en Nicaragua por la empresa Centrales Hidroeléctricas de Nicaragua (CHN) conformada en el 2009, por un 45 por ciento de la empresa brasileña Eletrobras y un 45 por ciento de Queiroz Galvão, que se hicieron socias del Estado de Nicaragua con un diez por ciento.
IMPACTO EN LA TARIFA
El analista Edmundo Jarquín, en un artículo publicado en el diario español El País en 2012, cuestionaba la poca información brindada por el Gobierno sobre el impacto del proyecto Tumarín.
“No está claro en cuanto a Tumarín, o al menos los nicaragüenses no hemos sido informados por el Gobierno sobre el impacto que ese proyecto tendrá en la tarifa de la energía eléctrica. Se habla de un monto de inversión por megavatio de capacidad instalada muy, pero muy superior, al de proyectos equivalentes de otros países”, citaba el artículo de Jarquín.
El proyecto fue anunciado en Nicaragua desde el 2009.
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