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Belleza física e interior

Al hablar de la belleza física nos referimos a la expresión que los seres poseen, su rostro, su silueta, el color de la piel, la nariz, color de ojos y el porte que tenga la persona hasta su forma de vestir.

Al hablar de la belleza física nos referimos a la expresión que los seres poseen, su rostro, su silueta, el color de la piel, la nariz, color de ojos y el porte que tenga la persona hasta su forma de vestir.

Hombres y mujeres hacen lo posible por cuidar su apariencia y aspecto físico haciendo uso de todo tipo de tratamientos de belleza para conservar una piel tersa y así mostrar menos edad y la buena apariencia ante los demás.

El paso del tiempo no se puede detener, la piel con los años va cambiando, las arrugas van apareciendo y diariamente envejecemos sin poder

evitarlo, con los años nuestras facciones cambian, se hacen más notorio que no hay crema o tratamientos que logre hacer a una persona más joven.

En la actualidad se valora subjetivamente a una persona, se le valora por su apariencia física y no por sus cualidades como ser humano, se le contrata en un puesto de t

rabajo porque tiene buen cuerpo o un rostro bonito y no por su inteligencia, en los concursos de belleza quienes ganan no son las jóvenes que responden con coherencia sino las que tienen apariencia bonita al usar toneladas de maquillaje que solamente las disfraza.

Esta la belleza que no se reconoce y es la belleza interior de las personas, su forma de ser y de actuar, sus cualidades, educación y forma de relacionarse con los demás, los valores que la persona tiene como amabilidad, gratitud y cordialidad.

Cuantas personas bonitas vemos a diario en la calle sin la mínima educación pronunciando palabras desagradables o si trabajan en instituciones públicas atienden de mal modo a quienes requieren alguna información o realizan alguna gestión, no tienen amabilidad y creen que por su apariencia hay que aguantar sus groserías.

Tratemos pues en la medida de lo posible cultivar esa belleza interior, esa belleza que no muere, el reflejo de nuestra educación y los valores que se nos han inculcado en el hogar, esta belleza no tiene precio solo la satisfacción de ser por lo que somos y no por lo que aparentamos.

Cultura

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