En una época en la que los púgiles se miden en el ring y más aún, en el mercado, Román “Chocolatito” González ha venido para iluminar el boxeo, pero sobre todo, lo ha llevado a sus orígenes y con un talento excepcional, se ha situado en la cumbre.
“El Chocolatito”, quien es sin duda, la más genial aparición en el deporte pinolero desde Alexis Argüello, fue designado con toda justicia como Boxeador del Año por ESPN, tras imponerse por contundentes nocauts en sus tres combates de 2015.
No requiere mucho análisis juzgar a Román. Es un boxeador elegante, con una furia estremecedora, una velocidad que escapa a la imaginación y una defensa que anticipa lo que se mueve. Y todo eso está cubierto por una personalidad cordial.
Después de hacer una sesión de guanteo con Valentín León a inicios de este año en Managua, González le borró el mundo en dos asaltos al exmonarca mundial Edgar Sosa en Inglewood. Y cerró con una paliza frente a Brian Viloria en Nueva York.
En cada presentación, su boxeo fue en ascenso. Matizó su ritmo agresivo con una precisión de cirujano. A sus ataques les agregó una técnica vistosa y sus faenas lo mostraron siempre con gran eficacia al atacar y mucho equilibrio al defenderse.
González ha sido una refrescante ola para el boxeo actual, que suele poner más atención a la generación de dinero que de espectáculo. Con Román hay pugilismo del clásico, pero con la dosis de modernidad necesaria.
Ahora ha llegado el momento de los homenajes y “Chocolatito” los está recibiendo, siempre con la mira en las estrellas, pero sin perder contacto con el piso.
Twitter: @EdRod16