100 años de gloria
Después de su muerte tan sentida el 6 de febrero de 1916, Rubén Darío inició un camino de cien años de gloria que ni en vida él mismo pudiese imaginar o esperar. Arrebatado por la muerte que tan prematuramente le llegó, solo podemos imaginar cuántas obras maestras más hubiese escrito y nos hubiera heredado a todos los nicaragüenses y al mundo.
Su grandeza ahora radica en que no importa la cantidad de años y generaciones que han pasado y vendrán en el futuro, todos se deleitarán con su lectura y enriquecerán sus vidas gracias al tesoro literario de Rubén. Tan joven se fue y joven permanecerá no solamente en sus retratos sino en sus escritos, los que nunca perderán vigencia en la humanidad, como por ejemplo ese gran poema llamado Los motivos del lobo, como también Caupolicán, entre otros los que pudieron ver la luz gracias a la mente de un genio.
Ni el mejor vino más añejo, ni el banquete más suculento pueden reemplazar la delicia de disfrutar la obra monumental de Rubén Darío en sus libros. No habrá otro como él definitivamente, sin embargo podemos encontrar tantas lecciones en su obra que las podemos aplicar a nuestra propia existencia si tenemos la serenidad y la sabiduría de descubrirlo.
Rubén Darío es nuestro diamante, nuestro oro y riqueza que están a nuestro completo alcance pues solo basta comprar sus libros y no cansarnos de leerlos una y otra vez. Orgullo de todas las generaciones venideras, su lugar en el corazón de la patria jamás le será arrebatado.
Marlon José Navarrete Espinoza
Buses y GPS
En los últimos días se ha informado en LA PRENSA que en los buses interurbanos será instalado el sistema de posicionamiento global (GPS), como se acostumbra ahora en la mayoría de los carros en Europa de Oeste o en los Estados Unidos.
Esto es completamente absurdo. Los buses van de una estación a otra y después, al final, a una terminal. No son carros que por falta todavía de nombres de calles o exactos nombres de rotondas en Managua tienen que buscar su camino correcto y seguro.
También, hace como un año fue mencionado en LA PRENSA que Nicaragua enviará con un cohete a la órbita espacial un satélite, por un monto de aproximadamente 60 millones de dólares para recibir las señales de GPS. Esto es —según un experto de tráfico suizo que conozco personalmente y que conoce también este país de las maravillas— innecesario. Las señales de GPS se pueden tomar bien pagando una cantidad mucho menos grande, por ejemplo del satélite que da la señal de GPS a los ticos.
Werner Horbaty
No hay solución de confrontación
Aparte de los inevitables errores y desaciertos del gobierno de Nicolás Maduro, es un hecho que ha estado sometido a la más inclemente presión y guerra mediática, económica, política y de propaganda diversionista, orquestada por los elementos más reaccionarios de adentro y fuera de Venezuela.
La lógica histórica de esas campañas siempre señalan, ya por experiencia, a fuerzas muy conservadoras, adentro y desde los Estados Unidos. Ya esto es sabido y resabido mil y una vez, en toda América Latina. El efecto de esa inercia, sumado a errores, produjo el efecto calculado, creando un clima confuso y contrario al Gobierno y favorable a la oportunidad electoral venezolana.
En todo esto hay una inteligencia, más allá de los partidos, más o menos artificialmente polarizados, consiste en entender que por un lado una parte importante de la población está más o menos convencida que deben haber cambios. Sin estar claros por ninguna de las partes qué cambios son esos.
Pienso que la oposición debe más que entender que el pueblo venezolano pasó por muchos años por el carisma de un hombre extraordinario, Hugo Chávez, que logró con gran generosidad, entrega y carácter, penetrar el indescifrable corazón del pueblo.
Comprendiendo esto y asimilándolo, es posible que esos frágiles votos puedan significar algo positivo y nuevo para Venezuela. Confundirse, en lo que se ve como triunfo, actuando contrariamente a que su única posibilidad histórica es entenderse con lo que allí queda de la revolución que dejó Chávez, es entrar a un rollo impensable por sus consecuencias.
Claro que está la tentación diabólica de intentar destruir todos estos logros, difíciles de descifrar, asimilar y entender con inteligencia política superior. Esa es la trampa mortal.
Me refiero a entenderlo por ambos lados. Hacerlo y permitir que se haga gobierno y oposición.
Difícil sí. Y que la conspiración a favor del pueblo es fácil.
Creo que Cuba tiene, además de responsabilidad en todo este embrollo, la capacidad de encender luces altas, alumbrando estas posibilidades de entendimientos.
Nicaragua aunque no tiene ninguna responsabilidad directa, sí tiene modelo, interesante para estos logros.
En dos platos, no hay solución de confrontación, solo de entendimiento.
Carlos Coronel Kautz
¿Qué hacer con el CSE?
Está bien claro que el problema de fondo de esta institución con el nombre de Consejo Supremo Electoral (CSE) es que está dominada totalmente por personas llamadas magistrados que en la práctica son empleados del tirano Ortega, que les paga un salario astronómicamente desmesurado y ofensivo ante la pobreza en que se debate la mayoría del pueblo nicaragüense por conseguir el pan nuestro de cada día.
Cómo es posible que estos personajes del CSE devenguen un escandaloso salario de 10,000 dólares mensuales nominales más muchos beneficios por hacer un trabajo que deja mucho que desear y para otros es hasta repugnante e indigno por la dudosa reputación de los tales magistrados que no gozan de la confianza del pueblo porque no puede asegurar que son personas honorables de una intachable integridad.
Dicho esto puedo afirmar que la única forma de restituir la confianza y la credibilidad del pueblo votante es el cierre definitivo de esta desacreditada institución y sustituirla por un instituto electoral profesional, con un director que no tenga que ganar ni 10 ni 5 mil dólares para ponerse al frente, con un modesto personal permanente y contratar más personal solamente para tiempo de elecciones.
Esta nueva institución profesional deberá aprobar el voto en el exterior y permitir que las personas voten con identificaciones normales como la licencia de conducir, el carnet del Seguro Social, pasaporte o cualquier otro documento que tenga su fotografía e invitar a todos los observadores nacionales e internacionales que lo deseen a constatar la pureza del proceso electoral para que las nuevas autoridades electas sean genuinos productos de la voluntad popular.
Erasmo Medina
¿Y el transporte urbano?
El subdirector de la Policía Nacional, Francisco Díaz, afirmó en conferencia de prensa que iban a poner mano dura contra los dueños de barcos y lanchas que llevaran sobrecargadas las embarcaciones.
¿Por qué no pone mano dura también contra los dueños de los buses urbanos que viajan con los pasajeros colgados de los vehículos?
Los choferes sobrecargan las unidades de transporte urbano y los usuarios, además de ser asaltados en estas, también están poniendo sus vidas en peligro, ya que dichas unidades sobrepasan su capacidad.
Sería bueno que el señor Díaz deje por un día su camioneta y utilice los buses urbanos para que se dé cuenta del riesgo que significa viajar en el transporte urbano colectivo.
Julio León Báez