“Tenía la fe que estaba limpio, que estaba libre, que no había tenido nada que ver en esto y que todo había sido a causa de envidias”, declaró Roberto Alexander Luna Molina, al finalizar el juicio en el que un juez de Matagalpa lo declaró no culpable por el homicidio de José Padilla Reyes.
Para esa resolución el titular del Juzgado Primero de Distrito Penal de Juicios de Matagalpa, Frank Rodríguez Alvarado, consideró que “no se puede condenar a una persona sin pruebas suficientes”.
Según la acusación sostenida durante el juicio por el fiscal auxiliar Alfonso Pineda y el acusador particular Darlin Antonio Obando, el homicidio ocurrió el 8 de noviembre de 2015 cerca del campo de futbol del barrio Cinco de Junio, al noreste de la ciudad de Matagalpa.
Durante el juicio un testigo declaró que Luna presuntamente le confesó haber matado a Padilla indicándole que “andaba sediento de sangre” y amenazante le advirtió que “si hablaba, el próximo sería él”.
Pero, al justificar su resolución, el juez Rodríguez restó credibilidad al testimonio indicando que “no lo siento muy ajustado al sentido común… si hago algo y no quiero que se den cuenta, ¿para qué le voy a contar a una persona que potencialmente después va a regar la versión?”
Un investigador policial declaró que a Luna le fueron ocupados zapatos y ropas con manchas de aspecto hemático y aunque las pruebas fueron remitidas a laboratorio, los resultados no fueron presentados en el juicio y Rodríguez consideró que “ni siquiera nos pudimos dar cuenta si era sangre o no era sangre, porque no hubo ningún peritaje que así lo determinara”.
Sin embargo, el juez agregó que “sigo creyendo sospechoso a Roberto Alexander, (pero) realmente creo que le faltó a la investigación (policial)… por esa razón no he adquirido certeza de la comisión por parte de Roberto Alexander de ese hecho. No puedo declararlo culpable…”