Organismos de defensa al consumidor aseguran que el servicio privado que prestan las cuadrillas a la distribuidora de energía Disnorte Dissur, se ha salido de control pues están pidiendo “coima” en los lugares donde se ha reprogramado corte.
Los organismos coinciden que el problema es que va aumentando el número de personas conectadas ilegalmente, lo que afecta a todos los usuarios porque la mayor parte de las pérdidas son asumidas por los mismos.
Marvin Pomares, presidente del Instituto de Defensa al Consumidor (INDEC) indicó que este problema es del conocimiento de la distribuidora pero “no se ha hecho nada para frenar el desorden”
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“Esto es un problema viejo, las cuadrillas andan un listado de personas listas para corte, pero cuando el ciudadano se opone, entonces él de la cuadrilla le pide coima ”, dijo Pomares.
Juan Carlos López, coordinador del Centro Jurídico de Ayuda al Consumidor manifestó que el principal problema es que los consumidores están asumiendo esas pérdidas, mientras “la distribuidora solo se cruza de brazos”.
Se intentó conocer la versión de la distribuidora pero no fue posible.