El ingreso de grupos de turistas extranjeros a la ciudad de Granada, en estas últimas semanas, no es motivador para el sector turístico y prestadores de servicios, porque aseguran que son visitantes que no dejan divisas ya que se van luego de recorrer el centro histórico.
Ahora están llegando a Granada enormes buses llenos de turistas europeos y canadienses de la tercera edad, que llegan a San Juan de Sur, en Rivas, a través de cruceros y les incluyen una visita a esta ciudad.
Para Bosco Garay, presidente de Cantur en el departamento de Granada, el comportamiento del turismo ahora es normal porque se ha estacionado la temporada baja. Consideró que estos grupos de visitantes por la naturaleza de su itinerario no pueden hospedarse en un hotel, comer en un restaurante o bien visitar la oferta de bares que tiene la calle La Calzada. Por lo general permanecen una o dos horas en la ciudad.
“Este momento deprimido es normal, porque la Semana Santa se nos adelantó y el impacto de la temporada baja se empezó a sentir en marzo”, explicó Garay.
Agregó que incluso por la noche el ambiente en La Calzada está bien ralo. Dijo esperar que en junio haya un pequeño repunte y luego será hasta en julio y agosto con las fiestas patronales y las vacaciones en Estados Unidos que se espera mejoren los ingresos en hoteles, bares y restaurantes.
QUE CAMINEN MÁS POR LA CIUDAD
“ Aquí en el parque por lo general la Alcaldía en algunos momentos nos ayudaba con un grupo de danza y una marimba para animar el ambiente, pero eso no es suficiente”, citó Rosario Altamirano, vendedora de artesanías.
Fernando López, coordinador de la turoperadora Sultana Cultura y Natura, sugirió a las autoridades del Intur y de la Alcaldía que deben involucrarse más en este tema, por cuanto son las instituciones garantes de desarrollar el turismo en la ciudad.
“Deberían diseñar algunas estrategias para que ese momentito que el extranjero europeo está en la ciudad disfrute y se motive a comprar y consumir”, citó López.
Varios consultados creen que deben dejar caminar a los turistas por más distancia y evitar el ingreso de los buses hasta el centro de la ciudad para que puedan usar taxis o coches para trasladarse o bien que caminen y puedan estar más en contacto con los prestadores de servicios.