Una noche que se guardará en las memorias de los presentes, ahí se congregó la alegría, la nostalgia de haber sido, la felicidad de estar siendo figura y dejando huella en el Colegio Americano Nicaragüense. Se realizó la ceremonia de inducción al Salón de la Fama del deporte y al mismo tiempo la premiación de los mejores atletas 2015-2016 del Colegio.
La ceremonia tomó un giró sentimental y causó impacto en los invitados cuando Raúl Amador, alumno de la clase del 2002, brindó un discurso sobre cómo guiar a los hijos y no obligarlos a seguir sus pasos, dejarle la libre escogencia de su destino y gustos. “Ahora que soy padre me doy cuenta de la importancia de los consejos de los mayores”, indicó, además que junto a su hijo Eduardo Amador hicieron historia al ser el único caso en que el papá y su retoño están en el Salón de la Fama.
El muchacho Eduardo consiguió entrar con el AASCA Swimming Team, y ser parte de ese legado, cuando en una competencia de relevo en natación giró el destino y con sus brazadas hizo lo que parecía imposible, eliminar una ventaja del rival lo suficiente como para triunfar.
Gabriel Montealegre fue otro que con su discurso espontáneo y sin tecnicismo gustó al auditorio. Habló de la experiencia de ser un atleta en el colegio, demostró el coraje que se tiene para lograr sobresalir, del sacrificio y el valor del soporte de los padres. “Gracias a Dios y al Colegio por ser el canal para que los alumnos vivan experiencias únicas”, agregó.
La ceremonia de dividió en dos partes, en los mejores atletas del año sobresalieron los deportes del baloncesto, pista y campo, natación, futbol, voleyball, el conjunto de baloncesto masculino que fue a AASCA con el entrenador Luis Callejas y el equipo de futbol que participó en el mismo torneo con Róger Méndez como entrenador.
En relación con los nuevos integrantes al Salón de la Fama, fueron dos equipos, el de natación que hizo historia este año y el equipo masculino de 1990, quien disputó una Copa América y dejó una cimiente importante en futbol.