La plaga de broca (Hypothenemus hampei) “es gravísima para el sector y una verdadera emergencia que requiere soluciones inmediatas, no espera, es ya o las pérdidas las lamentaremos después”, dijo el productor Luis Joaquín Lovo, miembro de la Asociación de Cafetaleros de Nueva Segovia (Asocafens).
En inspecciones realizadas en algunas fincas cafetaleras del municipio de Dipilto, los técnicos han constatado que entre el 50 y el 70 por ciento de los frutos o granos de café en una bandola (rama) de la primera floración se encuentran perforados por la broca.
La primera floración del café que se produjo en abril de este año significa aproximadamente entre un 20 y 25 por ciento de la cosecha cafetalera que se espera cortar a partir de octubre próximo.
Luis Joaquín Lovo, miembro de la junta directiva de Asocafens, dijo que la alerta la iniciaron hace un mes cuando vieron la presencia inusual de la broca. Esta organización tiene registros de presencia de este animal en el ciento por ciento de los cafetales de los municipios de Dipilto, Jalapa, Mozonte, San Fernando y San Juan del Río Coco, este último en Madriz.
Lovo y varios miembros de la organización han iniciado a instalar trampas en sus fincas y a contabilizar hasta 100,000 animalitos recolectados en dichas trampas.
Las trampas artesanales que han instalado los productores en Nueva Segovia son envases vacíos con atrayente a base de etanol y metanol, “que desgraciadamente en Nicaragua no se encuentra y cuando lo encontramos es a 350 córdobas el litro; a diferencia de Honduras, donde lo encuentran a 120 córdobas.
Actualmente las trampas agarran grandes cantidades de broca, pero dentro de 30 o 40 días, cuando la floración más fuerte del café se encuentre en su etapa de maduración del grano, la broca se va directo a este y desprecia el componente de las trampas.
Para Joaquín Lovo, “es ahí donde viene la necesidad de usar endosulfan. La Asocafens está pidiendo a todos los niveles la autorización para utilizar “de manera responsable y adecuada este químico, porque es el único efectivo para controlar la plaga a esos niveles”.
Insistió que han elevado la voz ante diferentes instancias y solo les han respondido que han tomado nota del asunto y que harán las inspecciones en el terreno para adoptar una medida. “La broca no espera respuesta a mediano plazo, es ya o nos hundimos todos”, resaltó.
EN MATAGALPA
La alta incidencia de broca en los cafetales está saliendo del control de los productores, quienes insisten en la liberación de un insecticida —cuyo uso está prohibido en el país— para poder contrarrestar la proliferación del insecto que perfora y coloniza los granos de café, produciendo bajas en el rendimiento y calidad del llamado grano de oro.
Matagalpa aporta cerca del 35 por ciento de la producción nacional de café y en el departamento “tenemos rato de estar con este problema y nuestra preocupación es que se nos está saliendo de las manos”, refirió Aura Lila Sevilla Kuan, presidente de la Asociación de Cafetaleros de Matagalpa (Asocafemat).
La presencia de broca en los cafetales de Matagalpa fue advertida por Asocafemat en noviembre de 2015.
“Es preocupante ver cómo la broca está atacando nuestros cafetales, es increíble cómo está atacando los frutos (granos de café) recién formados de la primera floración”. Justo Cruz, miembro de Asocafens.
250,000 quintales oro se estima es la producción cafetalera en Nueva Segovia, según registros de Asocafens. En manos de productores de esa organización está el ochenta por ciento de la producción de café en ese departamento.
NO HAY REPORTES
De momento, en fincas cafetaleras de Carazo y Jinotega no se reporta presencia de broca. El cafetalero Sergio Baltodano González afirmó que tuvieron broca en los setenta. Recordó que hace tiempo en Carazo se sembraban alrededor de 15,000 manzanas de café, pero ahora solo hay unas 4,000 manzanas. En tanto, en Jinotega, el ingeniero Juan Benedicto Zelaya Benavides, responsable departamental de Conacafé, explicó que hasta el momento no hay mucha presencia de broca y que a partir del próximo mes se hará un sondeo en Bocay, Wiwilí y El Cua.