Costa Rica abrirá dos centros de atención migratoria para extranjeros en la zona fronteriza con Nicaragua, para atender el creciente flujo de extracontinentales que no puede continuar su viaje a Estados Unidos por el cierre de la frontera nicaragüense.
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En un mensaje a la ciudadanía divulgado en cadena nacional de esta noche, el gobierno adelantó que en los próximos días abrirá un centro de atención humanitaria en La Cruz y otro en Los Chiles, ambos cantones fronterizos con Nicaragua, para atender las necesidades básicas de africanos y asiáticos que se han varado en este territorio.
“Nicaragua mantiene cerrada su frontera al paso legal de migrantes irregulares y esto provoca una aglomeración en la zona norte”, dice el mensaje a la ciudadanía. “Para atender las necesidades básicas de estas personas Costa Rica abrirá en los próximos días dos centros de atención humanitaria en La Cruz y Los Chiles”, añade.
Desde el pasado mes de abril, Costa Rica ha permitido el ingreso de 1,409 migrantes extracontinentales desde Paso Canoas, frontera con Panamá.
“Nuestras autoridades no permiten el ingreso legal de migrantes irregulares. Sin embargo, ningún país del mundo tiene capacidad para cerrar por completo su territorio ante este fenómeno”, dijo el Ministro de Comunicación, Mauricio Herrera, en el mensaje a la ciudadanía transmitido en cadena nacional.
“La mayoría dice proceder de África. Estas personas no han cometido ningún delito. Son seres humanos que merecen ser tratados con dignidad. Ante esta situación, Costa Rica actúa como lo ha hecho a lo largo de su historia: defendemos los derechos humanos de cada persona y hacemos cumplir las leyes nacionales”, añadió Herrera.
Los migrantes entran en condición de detenidos a dos centros de atención ubicados cerca de la frontera panameña, pero este país les abre un proceso que finaliza con un cambio de categoría migratoria que les permite transitar libremente por Costa Rica, con la condición de que firmen permanencia cada 15 días en oficinas migratorias.
No obstante, el fin de los extracontinentales es llegar a Estados Unidos, por lo cual se han aglomerado en diversos puntos cercanos con Nicaragua porque no todos pueden cruzar la frontera, debido a la fuerte presencia policial y del ejército nicaragüense.
Quienes logran continuar el itinerario, tienen que pagar altas sumas de dinero a traficantes de personas que piden hasta 1,500 dólares por trasladarlos desde el norte de Costa Rica hacia Honduras, en un recorrido a veces por mar lleno de peligros en los que hasta exponen su vida.
En la cadena nacional de este domingo, el gobierno tico dice que los centros de atención migratoria en la zona fronteriza con Nicaragua “se prolongará en el tiempo. Costa Rica tiene el deber de honrar su tradición de respeto a los derechos humanos y el cumplimiento de las leyes”.
“No estimulamos el paso de migrantes irregulares por el país y tampoco toleraremos la ruptura de nuestras leyes, pero debemos garantizar la salud e integridad de quienes ya están en nuestro territorio y también la salud y la seguridad de nuestra población. Costa Rica no es su destino. Son personas como usted y como yo, que merecen ser tratadas con dignidad a lo largo de su viaje”, reiteró Herrera, en el mensaje a la ciudadanía transmitido en cadena nacional.
SOLÍS PIDIÓ APOYO A LATINOAMÉRICA
El sábado 4 de junio, durante la intervención que tuvo en la VII Cubre de la Asociación de Estados del Caribe (AEC), que se realizó este fin de semana en Cuba; el presidente Luis Guillermo Solís lanzó un llamado a sus homólogos para que hagan consciencia de que sus países se convirtieron en ruta de paso de migraciones masivas de ciudadanos africanos y asiáticos que pretenden llegar a los Estados Unidos de manera ilegal.
“Falta más consciencia y solidaridad en el tema de flujos migratorios, porque América Latina se está convirtiendo en una ruta de paso para migrantes africanos y asiáticos, que buscan un mejor porvenir en el norte”, advirtió el mandatario.
Solís instó a los países latinoamericanos a atender de forma humanitaria a los migrantes que pasan por la región, así como combatir a las redes de tráfico de personas que “juegan con las vidas humanas y las destruyen como una de las manifestaciones del crimen organizado”.