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Se pronostica que el crecimiento de la producción agrícola en la próxima década será lento. LA PRENSA/ARCHIVO

Precios de los alimentos se mantendrán bajos en la próxima década

Para 2025, el menor crecimiento de la demanda de alimentos también estará marcado por la actitud de los consumidores, especialmente de los países emergentes superpoblados.

Los precios de los alimentos se mantendrán relativamente bajos en los próximos diez años y se pondrá fin al reciente ciclo de precios altos pese al riesgo de posibles fluctuaciones, señalaron ayer la FAO y la OCDE.

Según su informe conjunto sobre perspectivas agrícolas entre 2016 y 2025, presentado en Roma, la demanda de alimentos crecerá a un ritmo más lento, sobre todo por los menores aumentos de la población mundial y de los ingresos en las economías emergentes.

Estos factores, unidos a otros como la acumulación de reservas, el fuerte suministro de alimentos y el abaratamiento de la energía, influirán en ese periodo en los precios de los principales productos básicos, que ya cayeron en 2015.

“La era de los precios altos de los alimentos ha terminado aunque la próxima crisis podría estar a la vuelta de la esquina”, matizó el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Ángel Gurría, quien descartó, no obstante, futuros picos tras las medidas adoptadas a raíz de la crisis alimentaria de 2008.

Gurría mencionó, entre otras, la creación de instituciones para monitorear los precios y la rápida adaptación de los productores a la subida de los precios, almacenando —por ejemplo— gran cantidad de cereales. El análisis, elaborado a partir de los datos de 41 países y doce regiones, apunta que la bajada de los precios no será igual para todos los productos.

BUEN PRECIO PARA LA CARNE Y PESCADO

Frente al estancamiento de los cereales, se espera que aumente la demanda de carne, pescado y otros alimentos ricos en proteínas en los países en desarrollo, lo que repercutirá en la necesidad de más piensos.

El director general de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), José Graziano da Silva, apuntó que los agricultores tratarán de producir aquellos alimentos que les reporten más beneficios y consideró que el suministro a nivel local dependerá también de la efectividad de las políticas públicas.

Para satisfacer la creciente demanda, el 80 por ciento del aumento de la producción de alimentos se deberá a las mejoras tecnológicas y de productividad, y el 20 por ciento a la extensión de área cultivada.
Por su parte, la demanda mundial de alimentos entre 2016 y 2025 crecerá a un ritmo progresivamente más lento debido al menor aumento de la población y de los ingresos en las economías emergentes.

Para 2025, el menor crecimiento de la demanda de alimentos también estará marcado por la actitud de los consumidores, especialmente de los países emergentes superpoblados, cada vez menos propensos a gastar más en el consumo de alimentos básicos.

Está previsto que en los próximos diez años el consumo creciente en los países en desarrollo reduzca la proporción de la población que sufre desnutrición en el mundo del 11 al 18 por ciento, pasando de 788 a 650 millones de personas. El índice de desnutrición se mantendrá alto en África subsahariana, que representará más de un tercio de la población mundial afectada por ese problema (actualmente supone un cuarto).

LAS METAS

Según el informe, los intercambios agrícolas mundiales crecerán en la próxima década un 1.8 por ciento por año en volumen, frente al 4.3 por ciento anual de los últimos diez años.

En los países en desarrollo, el consumo de azúcar y de productos lácteos por habitante deberían aumentar entre un 15 por ciento y un 20 por ciento respectivamente. La producción de vegetales lo hará por su parte un 1.5 por ciento por año, menos que en la última década.

En los países del sur y el este de Asia, la producción agrícola aumentará un 20 por ciento, según las previsiones de la OCDE y la FAO.

En América Latina el estudio prevé un aumento del 24 por ciento de las superficies cultivadas en la próxima década, en su mayoría por el cultivo de soya.

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