Aquel niño de 11 años lloraba amargamente todas las noches. Había dejado a su familia en su natal Madeira, una isla de Portugal de unos 800 kilómetros cuadrados, para irse a la gran capital, Lisboa, y hacer lo que siempre quiso: jugar futbol.
Estaba en la escuela de los jóvenes jugadores del Sporting de Lisboa. Sus compañeros se burlaban de él porque no abría bien la boca para hablar y evidenciaba su pronunciado acento isleño. Se iba a dormir llorando, buscando consuelo en un balón del que no se despegaba.
El niño lloraba siempre. Lloraba cuando perdía, lloraba cuando no le pasaban el balón, lloraba cuando no anotaba un gol. Más tarde, el niño creció y cumplió su sueño de ser futbolista, pero pasó de llorar a solas, a hacerlo ante las cámaras.
A los 19 años el mundo empezó a verlo derramar lágrimas. El 4 de julio de 2004, en el Estadio da Luz de Lisboa, Portugal perdió la final de la Eurocopa ante Grecia. Angelos Charisteas anotó el único gol del partido, que resultó en 1-0. Mientras los jugadores salían de la cancha podía verse a un joven de mechones rubios y aretes brillantes, haciendo muecas con la boca para contenerse, pero que finalmente agachó la cabeza, se resignó, se cubrió los ojos y lloró como un niño, otra vez.
La última ocasión en la que se le vio así de vulnerable fue en la final de la Eurocopa 2016, disputada entre Francia y Portugal. Después de una lesión en la rodilla, provocada por una fuerte entrada del francés Dimitri Payet, intentó seguir jugando a pesar del dolor. Los médicos le dieron masajes, lo vendaron, pero fue en vano. Se dio por vencido y después de desahogarse con un grito de rabia viendo hacia el cielo, se arrancó la cinta de capitán y se echó al suelo a llorar, desconsolado, impotente.
Ya no era el niño de dientes chuecos y pelo crespo del Sporting y tampoco el de mechones rubios y aretes de diamantes, de 19 años, que apenas debutaba en la Selección de Portugal. No. Era el Cristiano Ronaldo de 31 años, al que todos conocen y critican de egocéntrico y narcisista. CR7, la leyenda, el dios.
UN ABORTO INTERRUMPIDO
El embarazo llegó un poco tardío. Tres hijos: Hugo, Elma y Katia ya adornaban las fotos de los álbumes familiares de María Dolores do Santos y José Dinis Aveiro. Pero nueve años después del nacimiento de Katia, la menor de los tres, llegó un bebé que ninguno esperaba.
Según el diario La Razón, de España, en el libro biográfico de María Dolores do Santos “Madre Coraje: la vida, la fuerza y la fe de una luchadora”, esta confiesa que cuando quedó embarazada de Cristiano, su cuarto hijo, su idea fue abortar.
El día que le pidió al doctor que interrumpiera su embarazo Dolores estaba nerviosa. Le preocupaban las dificultades que pasaría para alimentar a su hijo. Sin embargo, a pesar de su petición el médico le contestó tajante: “De ninguna manera. Usted solo tiene treinta años y no hay ninguna razón física por la cual no pueda tener ese bebé. De ninguna manera permitiré que aborte. ¡Ya verá como es la alegría de la casa!”
Inconforme con la desaprobación del doctor, Dolores buscó sus propios métodos. Su vecina le recomendó una solución casera sencilla, nada del otro mundo. “Todo lo que la mujer embarazada tenía que hacer era hervir una cerveza negra, bebérsela y, una vez ingerido hasta el último sorbo del líquido caliente, correr hasta sentir que su cuerpo realizaba un gran esfuerzo”, asegura el diario español. Se suponía que pasadas unas horas la reacción del aborto fuera espontánea, pero pasaron dos horas y nada. Agarrándose el vientre se dijo: “Si la voluntad de Dios es que este niño nazca, que así sea”.
Entonces su familia se dio a la tarea de buscar un nombre para el pequeño. A la hermana de su mamá se le ocurrió que podría ser Cristiano si era niño. A sus padres, les gustaba Ronaldo, como el expresidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan, según asegura el libro Cristiano Ronaldo: Historia de una ambición sin límites, de Luca Caioli.
Fue así, que por azahares del destino, el martes 5 de febrero de 1985, a las 10:20 de la mañana en el Hospital Cruz de Carvalho e Funchal, Madeira, nació Cristiano Ronaldo do Santos Aveiro, pesó cuatro kilos y midió 52 centímetros.
Su madre recuerda que cuando el médico lo vio, le dijo: “¡Con unos pies como estos, será jugador de futbol!” Y así fue.
SOLO QUERÍA FUTBOL
Literalmente, Cristiano no podía despegarse de su balón. “Dormía con el balón, no lo dejaba nunca”, relata Fernando Sousa, su padrino, quien para una Navidad le regaló un “cochecito teledirigido”, pensando que lo ilusionaría. Pero toda la atención y el amor de Ronaldo estaban en el balón.
Francisco Alfonso fue el primer entrenador de Cristiano Ronaldo. “La pelota era para Cristiano el pan nuestro de cada día. Ya era muy rápido, tenía una gran técnica, jugaba tan bien con la izquierda como con la derecha. Era flacucho pero un palmo más alto que los niños de su edad”, cuenta. El primer equipo de Ronaldo fue el Andorinha. Un modesto equipo madeirense que en honor a Cristiano retiró el dorsal número 7.
Rui Santos, quien era presidente del club en ese entonces, aseguró lo que al principio le contamos: que Ronaldo siempre ha llorado a montones. “Le llamaban ‘niño llorón’. Lloraba y se enfadaba muy fácilmente si un compañero de equipo no le daba el balón, si él o algún otro fallaba un gol o un pase, o si el equipo no jugaba como él quería”, confesó. Sin embargo, el pequeño también lloraba porque sus compañeros se burlaban de él y su padre, ya que Dinis Aveiro era el utilero del equipo, trabajo que tomó para ganar dinero extra para su familia.
Desde que empezó a jugar sus entrenadores notaron algo especial en él. “Ronaldo jugó en el equipo de Madeira dos temporadas, entre los 8 y los 10 años de edad, tras lo que pasó al Nacional otras dos campañas y de ahí ya dio el salto a Lisboa para formar parte de las categorías inferiores del Sporting”, asegura el diario deportivo Marca.
Para Cristiano esta fue una de las etapas más difíciles de su carrera. Los niños lo molestaban mucho por su acento isleño y debía luchar contra la lejanía de su familia. Algunos portales de internet también aseguran que trabajaba como recoge pelotas por unos cuantos euros para su familia.
Durante ese tiempo su padre cayó en el alcoholismo y su hermano mayor, Hugo, en las drogas. “Mi padre era alcohólico. No fue el padre que soñé tener. Yo lo quería, claro, pero nunca tuvimos una buena conversación”, aseguró en una de las pocas veces que habló de él.
Quizás por eso trata de ser un buen padre con su único hijo hasta ahora, Cristiano Ronaldo Junior, con quien disfruta romper la rutina todos los domingos y comer una hamburguesa con Coca Cola. Sin embargo, uno de las interrogantes que Ronaldo no ha contestado es ¿quién es la madre de su hijo? Hay diferentes teorías que van desde una mesera a la que le pagó 10 millones de dólares para desaparecer, una aventura de una noche con la que llegó a un acuerdo similar o un vientre de alquiler.
A los 15 años, cuando ya pertenecía al Sporting, le detectaron un problema en el corazón: una anomalía que hacía que este latiera demasiado rápido durante los entrenamientos. Sin embargo fue intervenido con éxito y su carrera pudo seguir avanzando.
En el verano del 2003 durante un partido entre el Sporting de Lisboa y el Manchester United, el joven dio una actuación en la cancha que asombró a su propio entrenador y a su rival también: Alex Ferguson, quien al poco tiempo consiguió el traspaso de Ronaldo al equipo inglés.
Entonces empezó la leyenda del número 7, cuando Ferguson le asignó el dorsal con este número, que había dejado el inglés mediocampista del Manchester, David Beckham.
El 11 de junio de 2009 fue trasladado al Real Madrid y se convirtió en el protagonista del traspaso más caro de la historia, con 80 millones de euros. Así empezó a surgir como la leyenda que hoy es.
GANAR, GANAR, GANAR
Quizás aquel médico aún recuerde al niño cuyos pies alabó. Ese que hoy es el futbolista mejor pagado del mundo según Forbes, con 88 millones de dólares como ganancia total de sus ingresos. Ha sido tres veces ganador del Balón de Oro, y es el candidato favorito para obtener su cuarto galardón entregado en enero de 2017. En mayo conquistó junto con el Real Madrid su tercera Champions League y en julio el crack consiguió ganar la Eurocopa 2016 con Portugal. Además es considerado el mejor jugador en la historia de Portugal (ya posee la marca de más partidos defendiendo su camiseta nacional (132) y de goles (61) uno de los mejores del mundo y también de la historia.
El luso lleva 51 goles esta campaña 2016, y se ha convertido en el único jugador que ha sumado más de 50 goles durante seis años consecutivos. Ya lo dijo él mismo en su documental Ronaldo, estrenado en 2015: “Ganar. Es lo más importante para mí. Tan simple como eso”.
Y trata de demostrarlo cada vez que juega. El portugués es el máximo goleador histórico del Real Madrid. “Tu nombre es ya leyenda: 324 goles en 308 partidos es algo irrepetible”, dijo Florentino Pérez, presidente del club español, durante un homenaje realizado a Ronaldo en 2015.
Cuando Cristiano Ronaldo anota un gol su propio mundo se detiene. Corre a quitarse la camiseta para exhibir su musculatura y dejar claro que su bronceado y definido cuerpo no tiene nada que envidiarle al David de Miguel Ángel. Se para ahí, en una esquina del campo mostrando cada músculo sintiéndose poderoso, omnipotente, como un dios que espera ser vitoreado por la multitud.
Sin embargo, esto solo ocurre cuando él golea o cuando participa en una jugada de gol; de lo contrario, cuando sus compañeros son los protagonistas de la hazaña, corre a coger el balón o simplemente se aparta del grupo, se adentra en el campo, serio y sin mayor efusividad.
Juan Villoro, escritor, periodista mexicano y futbolista frustrado, escribió refiriéndose al portugués: “Cristiano se ha vuelto famoso por no celebrar los goles en los que no interviene. Sus logros individuales están por encima del grupo. No en balde sus compañeros del Real Madrid lo rebautizaron como ‘Ansias’. Su sed de triunfo comienza y acaba en sí mismo”.
Por otro lado, John Carlin, el periodista y escritor británico, escribió en diario El País de España: “Hay que reconocerlo: nunca en la historia del futbol hubo alguien que combinase tanta grandeza como jugador con tanta ridiculez como persona”.
Muchos medios han tildado a Cristiano Ronaldo de narcisista y vanidoso. Él lo acepta y hasta lo defiende. “Hay gente que me ama, hay gente que me odia, que dice que soy arrogante, que soy vanidoso o esto y lo otro. Eso es parte de mi éxito. Nací para ser el mejor. No importa si juegas bien o si juegas mal, lo importante es ganar”, aseguró en su documental.
CRISTIANO, EL HUMILDE
Dinis Aveiro era un jardinero del ayuntamiento que en su tiempo libre trabajaba como utilero del Andorinha, el equipo local de Quinta Falcão. Dolores do Santos era una cocinera que emigró a Francia durante tres meses y trabajó en París limpiando casas.
La casa se hacía más pequeña a medida que los hijos llegaban, y según el autor Luca Caioli cada vez que llovía aparecían decenas de goteras en el techo. Dolores, desesperada, tuvo que pedir cemento y ladrillos al ayuntamiento para poder arreglar su hogar. Sin embargo, al pequeño Cristiano eso no le importaba. Si le preguntan por su infancia él dirá que fue feliz.
En 2015 el fue considerado por la página Athletes gone good, como el deportista de élite más solidario del mundo. Destacado por la donación de más de 83 mil dólares para la operación de cerebro de un niño de 10 años. Además, donó más de 165,000 dólares para un centro de tratamiento contra el cáncer con sede en Portugal. “Ronaldo ha usado también su fama como un portavoz de calado mundial para varias causas benéficas, entre ellas para erradicar el hambre infantil, la obesidad y la biodiversidad”, comentó la web Athletes gone good.
CR7: UNA MARCA DE LUJOS
Ronaldo es como una empresa andante. “Es más rentable como marca publicitaria que como delantero”, asegura el diario El Mundo. Es la imagen de Nike, Herbalife, Banco Espíritu Santo, Kentucky Fried Chicken, Pro Evolution Soccer, Armani, Castrol y Fly Emirates. Según la agencia de comunicación social Opendorse, citada por el diario El Mundo, Ronaldo gana incluso 230,366 euros por tuitear.
Para conocer un poco de la vida lujosa de Cristiano Ronaldo vamos a poner algunos ejemplos: Según el diario El Universal, tiene 19 autos, de diferentes colores, modelos y marcas como Mercedes Benz, Audi, Porsche, BMW, Maserati, Bentley, Ferrari, etc. Recientemente se compró un jet privado valorado en 19 millones de euros. A su agente, Jorge Mendes, le compró como regalo de bodas una isla privada en Grecia. Además, el “Rey Midas” tiene su propia marca, de ropa, CR7. Aunque actualmente posee diversas propiedades en todo el mundo, las más conocidas son: la mansión en la Torre Trump, en Nueva York, valorada en 16 millones de euros, un apartamento de lujo en el centro de Lisboa, valorado en 2 millones de euros y su casa en Madrid, valorada en dos millones y medio de euros.
A pesar de sus declaraciones defendiendo su riqueza y éxito, John Carlin sostiene que “Ronaldo es la mejor prueba que existe de que uno puede ser rico, guapo y famoso, e incluso que uno puede llegar a la cima de ser considerado el segundo mejor jugador del mundo y, al mismo tiempo, ser un pobre tipo. Por más que se rodee de Ferraris y de Rolls-Royces y de supermodelos no está en paz consigo mismo y, en el fondo, no es feliz”.
Todo en su vida llama la atención, incluso sus parejas. La lista incluye a mujeres como Nuria Bermúdez, Paris Hilton, María Sharapova, Kim Kardashian, Jordana Jardel, Irina Shayk, Merche Romero, Nereida Gallardo, entre otras, según el diario La Razón de España. Sin embargo, algunos medios también apuntan a la posible homosexualidad del jugador, pues en una ocasión fue fotografiado saliendo de un club gay en Nueva York junto a Lance Bass, excomponente del grupo N’Sync y homosexual declarado. También se especuló esta posibilidad cuando su íntimo amigo, el boxeador marroquí Badr Hari, subió una foto de él cargando en brazos al astro portugués con un texto que decía: “Just married” (recién casados), cuando el futbolista pasaba unas vacaciones en Marruecos.
Cristiano no nació millonario y lo ha dejado claro en muchas ocasiones. La crítica en general asegura que su imagen de adonis de cuerpo bronceado y cabello teñido y sus lujos, son una forma de recompensar lo que no tuvo cuando era niño. En su documental, Ronaldo, el jugador dijo que no ha sido fácil llegar hasta la cima en la que se encuentra. “Nosotros sufrimos. La gente piensa: ‘Usan Armani, tienen carros, tienen todo’… pero la gente no sabe lo que sufrimos para llegar ahí”, confiesa.
Cristiano en números:
88 millones de dólares es el salario del jugador.
31 años tiene el futbolista portugués.
3 Balones de Oro ganados (2008, 2013, 2014)
1 Eurocopa (2016)
3 Champions League (2008, 2014, 2016)
1 Supercopa de Europa (2014)
3 Premier League (2007, 2008, 2009)
1 Copa F.A (2004)
1 Liga BBVA (2012)
2 Copas del Rey (2011, 2014)
2 Mundiales de Clubes
