El secuestro y probable asesinato por parte de colonos de dos comunitarios indígenas miskitos de la comunidad La Esperanza, Río Coco Arriba, la semana pasada, ha reabierto heridas que no cicatrizan desde las primeras incursiones de colonos en octubre del año pasado y que lleva al juez comunal Berardo Rodríguez, sostener que si los colonos llegan a entrar están dispuestos a morir.
“Ellos piensan quitarnos la tierra. Nosotros (nos) estamos alistando (para) morir todos (… ) los que vivimos aquí porque somos dueños de la tierra, estamos decididos a morir”, advirtió el juez comunal de La Esperanza.
CADA DÍA HAY MÁS COLONOS
El juez comunal dice que tienen información de que cada día llegan más colonos que se instalan a unas dos horas y media de distancia, sin embargo; advirtió que si se atreven a llegar a la comunidad “nos morimos”.
Los colonos han instalado un puesto de mando “con tropas grandes”, aseguró el juez comunal quien señala que estos mientras trabajan la tierra para potreros en las parcelas propiedad de los comunitarios, los colonos cargan sus armas de fuego, para impedir que los indígenas se aproximen a ellas, expresó Rodríguez a través del hilo telefónico.
“Con armas nos roban y si hablamos nos matan. Los miskitos no tenemos buenas armas pero caminamos con machetes y armas caseras, para matar animales para comer no para la guerra, ellos andan armas para guerra si hablamos por esa tierra nos matan. Esas tierras son de nosotros. Tenemos títulos, legales, ellos son invasores , roba tierras”, expresó Rodríguez.
Gerardo Chale Allen, de 30 años y Lenín Pedro Parista, de 28 años, son los miskitos el jueves salieron a sus tierras en busca de alimentos. Sin embargo, tras unas dos horas de haber caminado estos fueron secuestrados por los colonos.
Los comunitarios de La Esperanza mantenían ayer la búsqueda iniciada desde hace cuatro días para localizar los cuerpos de los dos miskitos .
Rodríguez manifestó que algunos de los hombres que salieron a buscar los cuerpos han empezado a regresar, pero solo conocieron que a uno de ellos lo amarraron de una mula y fue arrastrado por la montaña.
La situación de tensión llevó a algunas personas a cruzar el río hacia Honduras.
NO LES QUIEREN OÍR
Berardo Rodríguez criticó que ningún representante de las instituciones del Estado les han escuchado, pese a la insistente denuncia por la situación de violencia que enfrentan las comunidades del Río Coco.
“Aquí el Gobierno no nos apoya nada. Cuando llegamos a las instituciones no nos toman en cuenta, no nos quieren oír, no tenemos amparo de nadie”, lamentó el líder comunitario que agregó: “nosotros no nos podemos rendir porque estamos en nuestro derecho. Estas tierras son dejadas por los viejos ancestros, tienen historia estas tierras”.
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