En fecha reciente, el Consejo Universitario de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua) aprobó su Código de Ética Institucional, sumándose a otras instituciones del Estado que persigue por este medio elevar la calidad de sus servicios y combatir la corrupción.
Con base en sus características, podemos definir el Código de Ética de la UNAN-Managua como un sistema estructurado de principios y normas que contribuyen a la educación en valores de todos los miembros de la comunidad universitaria, con el fin de promover el bien común y contribuir al desarrollo de una sociedad donde impere la justicia y la convivencia pacífica.
En la estructura del Código podemos diferenciar tres componentes: 1. Principios fundamentales, 2. Normas de conducta, 3. Comisión de Ética y Juicio Ético.
1. Principios Fundamentales. Constituyen la base o fundamento de las normas de conducta. El Código en su Capítulo IV establece como principios fundamentales: Probidad, Transparencia, Legalidad, Responsabilidad, Puntualidad, Pulcritud, Efectividad, Equidad, Dignidad, Lealtad, Disciplina, Respeto a la vida, a las opiniones y creencias.
2. Normas de Conducta. Son reglas o estándares de comportamiento que realizan el valor, el bien, que los principios fundamentales encierran.
El Código agrupa estas normas así: a) Normas de conducta comunes a todos los universitarios. Son modelos de conducta en el trabajo, que en su contenido desarrollan los principios fundamentales.
b) Conductas prohibidas. Hacen referencia detallada a comportamientos viciosos, indecorosos, deshonestos que causan daños a la salud, a la dignidad y al respeto que se debe a las personas, a la universidad y a la patria.
c) Normas sobre uso de los bienes y recursos de la Universidad. Persiguen el buen uso y resguardo del patrimonio institucional: infraestructura, equipos, mobiliarios y demás recursos, incluyendo energía y teléfono.
d) Normas de conducta específicas para el personal académico. Persiguen evitar conflictos de interés y eliminar conductas impropias, como cobrar por repasos, vender publicaciones a sus alumnos, organizar actividades extracurriculares no autorizadas, aceptar regalos, favores, como compensación por una calificación que no se ha ganado; y no reconocer los créditos de las obras que usa. “En el cumplimiento de sus funciones los académicos y académicas están en el deber de cumplir con el currículum, plan de estudio, programas de las asignaturas y otras actividades previstas por las autoridades académicas, esforzándose por mantenerse actualizados en las áreas de su competencia y realizar una labor de alta calidad científica, que se refleje en los egresados y en todo el quehacer de la Universidad”.
e) Normas de conducta de los estudiantes. Orientan hacia el recto cumplimiento de los deberes, mantener una actitud participativa en un clima de armonía y respeto, basar sus calificaciones en méritos propios, sin recurrir a plagios y conductas fraudulentas; no utilizar las instalaciones y equipos de la Universidad en actividades reñidas con la ley, que perjudiquen a terceros o dañen la imagen de la Universidad; cooperar con actividades organizadas o favorecidas por la Universidad; contribuir a la preservación de los bienes de la institución y a la conservación de su patrimonio espiritual; y votar en las elecciones universitarias.
3. Comisión de Ética Institucional y Juicio Ético. Las infracciones al Código se consideran faltas disciplinarias. Corresponde a la Comisión de Ética Institucional conocer las denuncias sobre estas infracciones, aceptarlas o rechazarlas, hacer las averiguaciones del caso, dar los resultados de su trabajo por medio de un dictamen técnico que traslada a la instancia competente para que, en caso de transgresión tome las medidas que correspondan. La Comisión de Ética está integrada por cinco miembros de la comunidad universitaria.
El Código de Ética de la UNAN constituye un instrumento valioso para promover el desarrollo humano de los miembros de la comunidad universitaria y lograr la formación de profesionales de elevada calidad no solo científica y técnica, sino ética y moral. No debemos olvidar que la UNAN-Managua es una de las universidades más importantes, por su cobertura territorial, el número de estudiantes, la diversidad de carreras que ofrece y, especialmente, porque en ella se forman los maestros y personal especializado en Ciencias de la Educación que habrán de impulsar el desarrollo integral de Nicaragua.
El autor es Psicólogo, Doctor Honoris Causa de la Unan- Managua.
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