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De izquierda a derecha: Norwing Zepeda, Eyner Centeno —fundador de Klase Honda— y Thelma Mendoza. LA PRENSA/Jader Flores.

De izquierda a derecha: Norwing Zepeda, Eyner Centeno —fundador de Klase Honda— y Thelma Mendoza. LA PRENSA/Jader Flores.

Klase Honda, una historia de humor y sueños cumplidos

Nació como una página de humor nica y ahora se dedica a la construcción de casas para personas pobres que las necesitan pero solo pueden soñar con ellas.

Al comienzo todo fue por “chilling”, como dice él. Facebook comenzaba a alzar vuelo en Nicaragua y Eyner Centeno se dijo, con unos amigos, ¿por qué no formamos una página de humor nica, una de las primeras? Por un error gramatical la llamaron Klase Honda, con “k” exótica y la marca de vehículo japonés incluida. Seis años más tarde, los memes se volvieron virales, los videos llegaron a tres millones de reproducciones y los jóvenes detrás de la iniciativa construyeron siete casas para familias de escasos recursos en varios departamentos de Nicaragua. ¿Que si leyó mal? No, así es: construyeron siete casas y van por más.

Eyner Centeno es el único fundador de Klase Honda que continúa con el proyecto. Y es el que lo ha transformado, junto con nuevos integrantes, como Thelma Mendoza y Norwing Zepeda. A la página le es imposible abandonar sus frases pícaras y sus memes criollos, pero ya no hace bromas tan pesadas como la del cuchillo (dos actores luchan arma blanca en mano en la vía pública para registrar el comportamiento de los transeúntes) o la del árabe (un actor se recubre con pañuelos en un intento de asemejar la vestimenta árabe y deja un paquete en una zona pública gritando “bomba”). Ahora, de cuando en cuando, en la página que reúne a más de 70 mil seguidores en Facebook aparecen videos con nicaragüenses financieramente muy pobres. Una silla de ruedas, un cuatriciclo, una casa. No hay imposibles para estos chicos. “No sé a qué le llama límite la gente”, dice Eyner. “Nosotros nos proponemos hacer algo y lo hacemos”.

Eyner Centeno tiene 26 años y un niño de dos años llamado Christopher. El nombre lo eligió por la película En Busca de la Felicidad, protagonizada por Will Smith y su hijo. LA PRENSA/Jader Flores.
Eyner Centeno tiene 26 años y un niño de dos años llamado Christopher. El nombre lo eligió por la película En Busca de la Felicidad, protagonizada por Will Smith y su hijo. LA PRENSA/Jader Flores.
VIDA CUESTA ARRIBA

Comencemos por Eyner Centeno. Si lo conocieran ahora, verían a un muchacho moreno de 26 años con peinado a ras, casi estilo militar, excepto por la nuca, donde una llamativa cola oscura cae hasta sus hombros. Pareciera jamás haberse topado con la palabra timidez y habla con muchos gestos, como cargado de energía.

Él fue dado en adopción por su madre biológica desde bebé y lo acogió una familia de Rosita, en el Caribe Norte nicaragüense. Cerca de la costa Atlántica, revela, lo maltrataron por más de 10 años. Sus familiares le recordaban a diario que era adoptado y hasta le gritaban, afirma: “¡Está bueno que te botó tu mamá, que te tiró en La Chureca!” Su verdadera madre, descubriría después, vive en La Chureca de Ciudad Sandino, un basurero público a las afueras de Managua.

A los 14 años un amigo que conocía su sufrimiento y se iba para Costa Rica lo invitó a irse con él. Eyner tenía unos ahorros por trabajos que realizaba desde niño y no lo dudó.

En su nueva casa trabajó cortando naranjas y piñas y cortando café. Logró convalidar sus estudios de secundaria de Nicaragua y terminó esa etapa por las noches en suelo tico. Después migró a Panamá, donde fue ayudante de construcción y donde ya compartía fotos y bromas en una de las primeras páginas de Klase Honda en Facebook, pues dice que le han cerrado la plataforma hasta en 10 ocasiones por denuncias de terceros que él no se explica.

A los 23 años, ya estable económicamente, Eyner decidió cumplir un sueño: encontrar a su mamá y preguntarle por qué lo había abandonado.

“Comenzó una investigación. Ya le seguía la pista por internet, ya había conseguido dónde vivía ella. Cuando la encontré me contó por qué me había regalado. Era porque vendía agua helada y no podía criarme, pero no me pidió disculpas”, recuerda Eyner.

 

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“A veces nos dicen:‘ustedes son unos ángeles’. Pero nosotros no somos ángeles, somos personas normales que queremos ayudar. En algún momento tuvimos necesidades. Sabemos lo que es no tener”. Thelma Mendoza, miembro de Klase Honda.

VOCACIÓN SOCIAL

Poco después, en septiembre de 2015, regresó a La Chureca para filmar un nuevo material para Klase Honda y una señora salió de una humilde casa a punto de desplomarse y les preguntó:

—¿Ustedes son de un canal? ¿Son de algún canal? Miren mi casa, se me está cayendo.

“Entonces yo me dije —cuenta Eyner—, yo puedo regalar cinco láminas de zinc. A 270 serían 1,300 pesos, por ahí. Si les digo a mis bróderes se nos hace menos y lo hacemos, pero ellos me hicieron ver que las vigas no servían y si cambiábamos el zinc la casa se caería. Decidimos usar la popularidad de Klase Honda para pedir ayuda y ahí comenzó todo”. La respuesta fue buena y no hicieron una casa, sino dos, pues eran dos familias.

Una de las casas que hicieron los muchachos de Klase Honda en Bluefields, Barrio Fatima.
Una de las casas que hicieron los muchachos de Klase Honda en Bluefields, Barrio Fatima. LA PRENSA/Cortesía de Klase Honda.

Con unos amigos de Panamá, después, Eyner consiguió una máquina para estampar diseños en camisas y gorras y con ello costea parte de los proyectos sociales de Klase Honda. Y las ayudas de un par de empresas y sobre todo de nicaragüenses seguidores de la página que viven fuera del país, complementan el presupuesto.

Hasta ahora han hecho dos casas en Managua, dos en Ciudad Sandino, dos en Matagalpa y una en Bluefields. Y otro “proyecto grande”, como los llama Eyner, fue darle un cuatriciclo a Noel del Rosario Ramos, un muchacho matagalpino que perdió sus piernas en un accidente cuando tenía 2 años y cuya historia salió en Primer Impacto, de Univisión.

“Cuando Noel me vio llegar en moto no me creyó. Me dijo que a su casa habían llegado camionetas grandes, carros del año, gente de reales; que habían venido por su historia, le decían que lo iban a ayudar y nada. Cuando le dimos su cuatriciclo, que era lo que nos dijo que necesitaba, me dijo: ‘Estoy asombrado’”, recuerda Eyner.

Noel del Rosario Ramos en su cuadriciclo obsequiado por Klase Honda. LA PRENSA/Cortesía de Klase Honda.
Noel del Rosario Ramos en su cuadriciclo obsequiado por Klase Honda. LA PRENSA/Cortesía de Klase Honda.

Después de semanas de recolecta con videos e incluso trayendo a Noel a Managua, tras cruzar “13 kilómetros de caminos de tierra”, los muchachos de Klase Honda pudieron comprarle el vehículo para que fuera a clases por 1,700 dólares.

Ahora, el objetivo de la página, afirma Eyner, es conseguir suficiente apoyo para construir una casa por mes. Una alegría cambia vidas por familia cada mes.

 

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“Se siente bien bonito ayudar a pesar de lo que te digan. Una vecina, recuerdo que decía: ‘Sí, esos muchachos tienen reales, ¿vos creés que van a dar así su tiempo sin que les paguen nada?’ Pues así es, no recibimos ni un peso ni nos interesa”. Norwing Zepeda, miembro de Klase Honda.

Las casas y las críticas

Las viviendas que han construido son de troquel, zinc, madera o cemento. Suelen tener la forma de un cajón, pero están bien equipadas, con sistema eléctrico y de tubería. A algunas también les han puesto verjas.

“Las dejamos bien equipadas, no creás”, dice Eyner Centeno, fundador y principal impulsor del proyecto social de Klase Honda. Lo que lamenta, sin embargo, es la actitud de alguna gente que los critica y también la falta de apoyo.

“Nosotros estamos haciendo casas. Tenés que pensar en transporte, la comida de los muchachos, la gasolina, implica un montón de cosas, pero la gente lo que hace es fijarse en los errores. ‘¿Por qué no hicieron esto?’ Es más fácil criticar que hacerlo ellos. Y si miran que vos te arriesgás y fracasás, te llaman loco. Pero si te miran que te arriesgás y lográs tu objetivo, te llaman farándula”, dice Eyner.

De izquierda a derecha: Norwing Zepeda, Eyner Centeno —fundador de Klase Honda— y Thelma Mendoza. LA PRENSA/Jader Flores.
De izquierda a derecha: Norwing Zepeda, Eyner Centeno —fundador de Klase Honda— y Thelma Mendoza. LA PRENSA/Jader Flores.

La Prensa Domingo Eyner Centeno Klase Honda archivo

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