En la ciudad de Agrabah fue donde la fantasía, aventura y romance se combinaron para dar lugar a la historia de Aladino y la princesa Jazmín.
Una escenografía inspirada en esta mítica ciudad —llena de luces, colores y efectos especiales— transportó por un par de horas al público del Teatro Rubén Darío, quien se dio cita este fin de semana para disfrutar la gala artística: Aladino, El Musical, en homenaje al 25 aniversario de Aproquen.
El “poder” del genio, la Cueva de las Maravillas y la alfombra mágica fueron los componentes para que esta historia se envolviera en un mundo de fantasía. Eso sí, sin olvidar a un elenco que desde el primer momento de la obra mostró su entrega a través de sus actuaciones y voces.
“¿Qué sería el mundo sin ilusión?” expresó Vivian Pellas en su discurso de la gala por los 25 años de Aproquen.
“Cuando yo tuve mi accidente dije que si algún día podía volver a caminar, bailaría por los niños quemados de Nicaragua… Esto ha sido una lucha y una tragedia afortunada”, continuó la directora de la asociación.
“En los próximos años seguiremos juntos convirtiendo lágrimas en sonrisas. Muchas gracias”, concluyó.
DATOS
- En Aladino, El Musical, trabajaron 200 personas (elenco, bailarines, producción, etc.).
- El vestuario fue diseñado por 15 costureras nicaragüenses.
- Se necesitó aproximadamente cuatro mil yardas de tela para vestir a todo el elenco.
- El vestido de novia de Jazmín pesaba 10 libras.
- Se necesitaron ocho rastras para trasladar los vestuarios.