14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

La propuesta de diputados del PLI

La  bancada parlamentaria del PLI,  integrada por algunos de los diputados propietarios de ese partido y los suplentes que no fueron echados de la Asamblea Nacional por el orteguismo,   presentaron una iniciativa de Ley de  Conciliación Nacional,  según dicen para  abrir una  salida a la crisis  política del país que tiene ya una  peligrosa  repercusión internacional.

La iniciativa de los diputados del PLI —que  no fue firmada por el jefe de bancada ni tiene el  aval del partido— propone suspender las elecciones de noviembre,   que  para muchos no serán comicios auténticos sino una farsa electoral como las que solía hacer la dictadura somocista y la que  hizo,  en 1984,  la primera dictadura sandinista.

En realidad,  con su propuesta de  que tales  elecciones  sean declaradas improcedentes y canceladas,  los diputados del PLI están reconociendo de hecho    que  serán una farsa. De manera que para que  esa propuesta sea coherente debería ser respaldada por el partido, pero  no solo con una declaración formal sino con su retirada de la farsa electoral.

No obstante, la iniciativa de los diputados PLI fue valorada positivamente por Violeta Granera, excandidata vicepresidencial de  la Coalición Nacional por la Democracia a la que la dictadura orteguista le impidió participar en las elecciones mediante una resolución judicial espuria. La  dirigente  opositora procedente de la sociedad civil declaró su respaldo a  “cualquier iniciativa que le esté buscando una salida a la situación delicada que vive el país”, y observó  que “si tiene voluntad política, este Gobierno será el primero en aceptar el diálogo”.

Pero la verdad es que es muy difícil, por no decir imposible, que Daniel Ortega pueda  abrirse voluntariamente  a soluciones democráticas. Al dictador sandinista hay  que  obligarlo a respetar la democracia, que  no depende del humor de nadie sino que es un  valor  constitucional y un  compromiso internacional del Estado de Nicaragua.

De todas maneras, si la mencionada iniciativa de los diputados del PLI es  propia y sincera    no tiene ninguna  posibilidad de ser aceptada por el  orteguismo,  ni siquiera para su discusión en la Asamblea Nacional. A lo sumo, lo que podría hacer la dictadura es combinarla con el planteamiento del general retirado Humberto Ortega, exjefe del Ejército Popular Sandinista y hermano del dictador de turno, quien ha hablado de  una concertación nacional después de que su hermano se  reelija otra vez  en noviembre próximo. Para muchos nicaragüenses y observadores extranjeros,   la idea de Humberto Ortega es   un artificio  para  avalar  la nueva reelección de su hermano    y legitimarla ante la comunidad internacional. Y  si así fuese la parte del diálogo en  la propuesta de los diputados del PLI, podría ser utilizada para  esos fines turbios.

Sin embargo, lo principal de   la propuesta de los diputados del PLI,  de cancelar la farsa electoral, aunque  sea  sincera y  bien intencionada   no tiene  viabilidad. Primero porque Daniel Ortega ni siquiera la consideraría; segundo porque tiene impedimentos constitucionales que no se pueden saltar salvo en situaciones de extrema urgencia;  y tercero porque la presión internacional que está apretando a la  dictadura no se complementa,  todavía, con una acción propia del pueblo nicaragüense. El cual,    al fin y al cabo debería ser el principal interesado en que la crisis política  se resuelva con el restablecimiento de la democracia.

COMENTARIOS

  1. el carolingio
    Hace 8 años

    No solo elpueblo debe de tener conciencia para entrar a este juego de los orteguistas, si no todos aquellos que buscar curules y seguir siendo zancudos en Nicaragua.

  2. El patriota
    Hace 8 años

    Esa propuesta de Humberto Ortega es un subterfugio para legitimizar el fraude electoral, los Ortegas creen que los Nicaragüenses somos todos el pueblo presidente es decir el 35 por ciento cautivo que recibe láminas de zinc y prebendas del gobierno en puestos públicos, una propuesta coherente sería antes de las elecciones y a través de una consulta popular que diga si los nicaragüenses estamos de acuerdo con la presidencia indefinida, claro que habría que cambiar a todo el consejo supremo electoral.

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí