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Este diálogo es una oportunidad

El acuerdo alcanzado por el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, y el gobierno de Daniel Ortega es una oportunidad para rescatar la democracia.

Es natural que a los nicaragüenses que rechazan el autoritarismo orteguista los embarguen dudas de que el presidente inconstitucional tenga ese objetivo en mente. Los nicaragüenses conocemos el talante dictatorial de Ortega desde hace 37 años.

Por otro lado también es natural que los nicaragüenses prefieran que estas conversaciones sean públicas. Eso es lo ideal.

Pero no por tener esa lógica desconfianza hacia Ortega o porque las circunstancias en que se está dando este diálogo no son las que deseáramos, podemos los nicaragüenses darle la espalda a esta oportunidad que está dando la OEA y su secretario general, sobre todo porque, de entrada, el régimen orteguista y su farsa electoral han quedado expuestos.

El mero hecho que exista un informe “sobre los temas relacionados con el proceso político electoral nicaragüense y la ponderación de los mismos”, que a partir de este la OEA haya buscado un diálogo con el Gobierno, y que el Gobierno lo haya aceptado, claramente expresa que el secretario general Almagro ha concluido que las cosas en el proceso electoral que Ortega diseñó a su medida andan muy mal. Que el Gobierno se siente a conversar es una aceptación tácita de que la farsa electoral es una realidad.

Para poner en perspectiva el nivel de desconfianza que inspiran las elecciones del orteguismo, solo basta con volver la mirada a las elecciones realizadas en Perú en junio de este año, donde el actual presidente, Pedro Pablo Kuczynski, resultó ganador con un margen de apenas el 0.24 por ciento; sin embargo nadie las cuestionó ni fue necesario “un informe sobre el proceso político electoral”, mucho menos un posterior diálogo.

En otras palabras, independientemente que las elecciones se lleven a cabo el 6 de noviembre, sin importar el margen de la victoria que obtengan Ortega y su esposa y compañera de fórmula, el hecho de que estas elecciones son una farsa ha quedado establecido.

Además, el acuerdo firmado dice que “las partes se comprometen a apoyar el fortalecimiento de las instituciones democráticas del país de acuerdo con los compromisos del Estado de Nicaragua con los instrumentos normativos del sistema interamericano…”, uno de esos instrumentos es la Carta Democrática, que en su artículo 3 dice: “Son elementos esenciales de la democracia representativa, entre otros, el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales; el acceso al poder y su ejercicio con sujeción al Estado de Derecho; la celebración de elecciones periódicas, libres, justas y basadas en el sufragio universal y secreto como expresión de la soberanía del pueblo; el régimen plural de partidos y organizaciones políticas; y la separación e independencia de los poderes públicos”.

Ahora, Ortega tratará de usar este diálogo para consolidar su régimen y es por eso que hábilmente el secretario general Almagro ha establecido que al cabo de 90 días se presentará un informe, en conjunto o por separado, haya acuerdo o no.

Pero si se sabe leer entre líneas, el orteguismo está contra la pared, sus elecciones no calzan en lo expresado en la Carta Democrática. Ahora, no por eso el régimen dejará de usar todas sus artimañas para salirse de esta situación y sacar ventaja. Los nicaragüenses y la verdadera oposición, representada por los fórmula excluida, compuesta por el doctor Luis Callejas y la licenciada Violeta Granera, así como las organizaciones que los acompañan, deben actuar por su parte con inteligencia y astucia para no desaprovechar la ventana que se ha abierto.

El orteguismo, con su farsa electoral, lleva al país por la ruta del conflicto, con el apoyo de la comunidad internacional, Nicaragua puede desviar esa ruta hacia horizontes prometedores.

Editorial Daniel Ortega Luis Almagro Nicaragua OEA archivo

COMENTARIOS

  1. el carolingio
    Hace 8 años

    Se esta pocos dias de las dichosas votaciones,anuncien al pueblo que todo CSE se cambiara y se pondra don Fabio Gadea como candidato que barran con todo lo que tienen en las JRV y por supuesto que haya observacion internacional y ya esta

  2. Berta Arauz
    Hace 8 años

    Que Almagro visite de sorpresa cualquier edificio publico, o una oficina de la Policia y saldrá avergonzado de la exagerada propaganda obligada a ver, a los que las visitamos. Eso es la mejor demostración de abusos electorales sin castigo, y lo peor es que es pagada con los impuestos del pueblo, ojalá vea pasar el furgón del MINSA con las fotos pegadas, etc

  3. Pronóstico
    Hace 8 años

    Lo que realmente está en juego en este diálogo es la integridad del señor Luis Almagro, quién está obligado a demostrar a Nicaragua y al mundo su carácter insobornable ante chantajes sobre todo en el orden económico, lo demás vendrá por añadidura.

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