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Río San Juan

El techo de la vivienda de doña Juana Reyes fue arrancado por los fuertes vientos que provocó el huracán Otto, en San Carlos. LA PRENSA/JADER FLORES

Quedan sin techo y comida en zonas Río San Juan

El huracán Otto, en su paso por el departamento de Río San Juan, arrasó con casitas forradas de plástico y zinc, e incluso dañó los techos de otras con estructuras más resistentes.

Los pobladores de San Carlos, Río San Juan, poco a poco ven salir el sol luego de que el huracán Otto, en su paso por el departamento de Río San Juan, arrasó con casitas forradas de plástico y zinc, e incluso dañó los techos de otras con estructuras más resistentes.

La señal de que el ciclón se aproximaba llegó con una intensa lluvia y vientos fuertes que derribaron árboles, postes y puso a correr a centenares de personas que se sentían amenazadas por la situación.

Doña Santos Benavides, de 60 años, sacó fuerzas para abandonar su morada porque sabía que estaba en peligro inminente. Apurada, pero con precaución, bajó de la colina donde está ubicada su casa y se fue a pasar la noche a un refugio. Este jueves regresó a su hogar y al ver a lo lejos cómo quedó, quiso llorar.

Mucha tristeza

La tristeza que no pudo esconder fue similar a la del resto de sus vecinos, en el barrio anexo 30 de Mayo. Unos eran por cómo quedaron sus casas y otros porque no tenían dinero ni comida, pues no a todos les dieron alimentos en los albergues.

Una de las hijas de Benavides no esperó que los Comités Municipales para la Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (Comupred) le llevaran material para reparar la casa. Ella misma se subió al techo y empezó a clavar el zinc arrancado.

Cuando empezó la embestida de Otto, doña Juana Reyes, habitante del barrio Bello Amanecer, ubicado en la entrada principal de San Carlos, solo pensaba que en tan solo una hora se convertiría en una afectada más. En efecto, cuando el fenómeno tenía menos de una hora de estar en la zona, una parte del zinc de su casa voló, quedando colgado en un árbol.

Triste por los daños que sufrió en su vivienda, Reyes lloró, pero también agradeció la protección divina de estar viva, ya que resultó solo con golpes leves al caerle la otra parte del techo cuando estaba acostada. Había un aguacero y fuerte viento al momento que resultó golpeada.

Reparando daños

Quien no estuvo en San Carlos al momento que pasó Otto igual podría advertir la magnitud del fenómeno, puesto que la gente en las calles este jueves reparaba sus casas y levantaba los techos caídos.

Los negocios abrieron mientras se retiraban los árboles destrozados y los cables de energía eléctrica reventados.

También el malecón volvió a la normalidad. El río y lago se miraban calmos y las personas paseaban, comentando de la fuerza con que pasó el huracán Otto por San Carlos y la suerte que tuvieron, ya que no hubo personas fallecidas.

Bloquearon a La Prensa

Mientras los medios afines al gobierno fueron trasladados a los puntos más afectados por el paso del huracán Otto, los miembros de los Comités Municipales para la Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (Comupred) que permanecieron en San Carlos, le negaron información a LA PRENSA sobre las incidencias.

Asimismo, tampoco quisieron apoyar el trabajo periodístico de LA PRENSA al trasladarla vía acuática a los lugares afectados. Se trataba de informar a la población, pero eso no les interesó y bloquearon cuanto pudieron.

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