La Oficina Nacional de Emergencias (Onemi) de Chile levantó la alerta de tsunami que pesaba sobre algunas zonas costeras del sur del país tras un terremoto de 7.6 de magnitud.
“Se levanta la alerta de tsunami que pesaba sobre la región de Los Lagos y se cambia por estado de precaución”, dijo en rueda de prensa el director de la Onemi, Ricardo Toro.
El sismo se sintió a 67 kilómetros al noroeste de la localidad de Melinka, en la isla de Chiloé, ubicada frente a las costas de la región de Los Lagos (1,021 km al sur de Santiago), según la Onemi en base a reportes del Centro Sismológico Nacional.
¡Mucha fuerza y ánimo a los compatriotas afectados por el sismo en Chiloé y otras zonas del sur! Protocolos de emergencia ya están operando.
— Michelle Bachelet (@mbachelet) 25 de diciembre de 2016
La llegada de las primeras olas del tsunami se vieron en las costas de la isla de Chiloé, donde se inició la evacuación de las personas hacia zonas altas. “El terremoto nos agarró cuando estábamos tomando desayuno e inmediatamente salimos de la casa por el tsunami”, relató a la televisión chilena un hombre cuando escapaba junto a su familia hacia los sectores más altos.
Primeros informes
Los primeros informes indicaron que no se registraron víctimas fatales ni heridos a consecuencia del sismo, las comunicaciones telefónicas y de internet se mantuvieron, pero hubo daños en carreteras y cortes de energía eléctrica aislados en algunas localidades, según mostró la televisión local.
No hay luz, sin señal de radio,poca información, pero la gente sube tranquila a las zonas de seguridad acá en #Quellón pic.twitter.com/Z1wj44A3Ms
— Ninon (@NinonMunoz) 25 de diciembre de 2016
El sismo sorprendió a la población en Navidad, un día en que todo el comercio se encuentra cerrado. Chile es uno de los países más sísmicos del mundo y ha puesto en marcha una estricta norma de construcción antisísmica, destinada a salvar vidas y evitar el colapso de los edificios.
En septiembre del año pasado, un terremoto de 8.4 en la escala de Richter seguido de un tsunami sacudieron la región de Coquimbo, provocando la muerte de 15 personas. En 2010, otro sismo de 8.8, seguido también de un tsunami, azotó el centro y sur del país, dejando más de 500 muertos.