José González está en el campamento de Román González en Costa Rica. Son primos. El primero firmó con Top Rank hace cinco meses y quiere ser como el segundo, y no solo eso, le tomó prestado el mote de batalla, pues también se hace llamar “Chocolatito”.
José, quien nació en Nueva York hace 20 años, debutó como profesional en enero del 2016, cuando entonces Román ya tenía tres coronas y un historial demoledor. Raras veces se habían detenido a compartir con él bajo el molde de familia, pero esta vez se están conociendo más como personas y boxeadores.
“Román es un peleador que tiene un estilo que cansa. Sigue, sigue y sigue hasta que logra hacer daño. Y tiene la maestría de golpear bien al cuerpo, lo hace con potencia”, cuenta con un español pedregoso el joven José, quien desde hace dos semanas colabora con el tetracampeón en las labores de guanteo.
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“Soy un estilista, que pega y se mueve. Eso es lo que hago. Es mi manera de ayudarle a Román, y con lo que él hace me ayuda, porque pronto tendré mi combate y quiero llegar bien preparado”, agrega José, quien peleará el 17 de marzo en el Madison Square Garden de Nueva York, escenario en el que un día después el “Chocolatito” destructor enfrentará al tailandés Srisaket Sor Rungvisai.
En estos días José ha comprobado que para ser grande como Román los días de descanso no existen, los “no quiero” tampoco y que dar la milla extra es más una costumbre que una exigencia.
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Entrenar para ganar
“Me sorprende la manera en la que se trabaja en el campamento: las corridas, las tardes en el gimnasio y subir la montaña (Parque Eólico). Nunca me había preparado tan fuerte como esta vez”, reconoció José.
El lazo de sangre que une a José y a Román es el siguiente: el padre del primero, llamado Martín González, es primo hermano del padre del segundo, de nombre Luis González, este último es un hombre de más de 60 años que participa como entrenador en la preparación de “Chocolatito”.
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“La nuestra es una familia de boxeadores y creo que por eso me gustó el boxeo desde los 7 años. Quiero convertirme en campeón del mundo, tal vez no llegue a ser tan grande como él, pero lo voy a intentar”, piensa José, quien visitó por última vez Nicaragua en 2014.
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