El presidente designado, Daniel Ortega, ha callado, hasta ahora, ante la política migratoria adoptada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a pesar de que podrían afectar a los miles de nicaragüenses radicados en ese país.
Ortega, quien en sus discursos no falla en atacar a Estados Unidos, ha evitado hablar y asumir una postura ante las políticas de Trump contra la migración.
La única referencia pública hecha por Ortega sobre Trump es del 9 de noviembre pasado, cuando le envió una carta de felicitaciones por haber ganado las elecciones presidenciales estadounidenses.
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Esa posición de Ortega de ignorar las amenazas que representan las medidas de Trump es contraria a la de otros gobiernos de Costa Rica, El Salvador, Guatemala y Honduras, quienes acordaron con México buscar una estrategia conjunta para enfrentar el inestable escenario comercial y migratorio abierto desde que Trump asumió la Presidencia de Estados Unidos, en enero, ya que afectarían sus economías.
El 8 de febrero pasado la Asamblea Legislativa de Costa Rica aprobó una moción para solidarizarse con el pueblo mexicano “ante la amenaza” de que se construya un muro en la frontera entre México y Estados Unidos y rechazó “cualquier acción política o pronunciamiento que deteriore” las relaciones de amistad y cooperación en América.
Asamblea tampoco
La Asamblea Nacional de Nicaragua tampoco ha mostrado interés en pronunciarse sobre la política del presidente estadounidense.
Wilfredo Navarro, diputado designado al FSLN y segundo secretario de la Asamblea, dijo que debido a que la conducción de las políticas exteriores del país le corresponde al Gobierno, prefieren esperar a que sea quien asuma una postura y después lo haría el parlamento nacional.
Navarro dijo que a título personal considera que la política antimigratoria de Trump “es racista, injerencista y atenta contra los derechos humanos de todos los latinoamericanos”.
La diputada designada al Partido Liberal Constitucionalista (PLC), Azucena Castillo, dijo que deben definir políticas que eleven la capacidad productiva y laboral a lo interno del país para reducir la migración de nicaragüenses “y estar mejor preparados ante este tipo de riesgos”.
Gobierno contra migrantes
El mandatario Daniel Ortega mantiene una política antimigrante, ya que ha aplicado la represión y negado el paso por el territorio de Nicaragua a miles de migrantes cubanos y haitianos en su intento por llegar a Estados Unidos.
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