14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.
Drama escrito y dirigido por Kenneth Lonergan,  su reparto está protagonizado por los actores Casey Affleck, Michelle Williams, Kyle Chandler y Lucas Hedges. LA PRENSA/EFE

Drama escrito y dirigido por Kenneth Lonergan,  su reparto está protagonizado por los actores Casey Affleck, Michelle Williams, Kyle Chandler y Lucas Hedges. LA PRENSA/EFE

Historia de un hombre que encontró prematuramente su propio infierno

Manchester junto al mar es un filme que podríamos calificarlo como una “película de relaciones humanas”

Manchester junto al mar (2016), escrita y dirigida por Kenneth Lonergan (realizador, dramaturgo y guionista neoyorquino) es una obra de arte en bruto.

Narra el proceso de alienación de un joven (interpretado por Casey Affleck) tras la pérdida de sus hijos en un incendio. Pertenece al cine independiente estadounidense que tuvo sus días de gloria en las décadas de 1980 y 1990, con cineastas como Jim Jarmusch, Susan Seildeman, Spike Lee, los hermanos Coen y Tarantino.

Podríamos categorizar el filme de Lonergan como anticine, a un nivel que hace pensar en Gummo (1993) de Harmony Koryne, sobre un grupo de adolescentes empeñados en desperdiciar sus vidas.

Cine de autor

Lonergan no solo se aparta del cine de Hollywood, caracterizado en su concepción más amplia por sus altos valores de producción, sino también de la mayor parte del cine de autor.

Su filme carece del aliento épico y la exaltación emocional de clásicos del cine político como La batalla de Argel de Pontecorvo; de la composición pictórica de los grandes filmes neorrealistas y del intelectualismo de la Nueva Ola francesa.

La historia se desarrolla sin ningún tipo de artificios. El filme es experimental sin contener elementos del cine experimental: no hay despliegues surrealistas ni excentricidades visuales (el trabajo de cine está totalmente supeditado a la narración, con pocos primeros planos o desplazamientos de cámara).

La acción transcurre lentamente, como si fuera un trozo de vida que se deshila ante el espectador. Los flashback que explican la amargura del protagonista, aparecen como parte de la trama, sin ningún tipo de aviso.

El espectador sabe que son flashbacks por la presencia de Joe, hermano del protagonista, cuya muerte por paro cardíaco es el punto de partida de la narración.

El hermano difunto

El filme también desconcierta al desviarse intencionalmente de los caminos que llevarían a soluciones previsibles.

El hermano difunto designa en su testamento a su hermano menor, Lee (Casey Affleck), como tutor de su hijo adolescente, Patrick (interpretado por Lucas Hedge).

La decisión toma por sorpresa a Lee, encargado de mantenimiento en un complejo habitacional. El hermano difunto sabía que Lee habría rechazado la propuesta si se la hubiera comunicado en vida.

La intención de Joe era que al ponerse en contacto su hijo y su hermano, ambos comprendieran que se necesitaban. Y en un momento dado, el filme parece avanzar en esa dirección.

Pero poco después de aceptar su papel de tutor, Lee comprende que su alma está completamente muerta e informa al sobrino que una pareja ha decidido adoptarlo.

Manchester junto al mar es un filme honesto con sus propias intenciones. Podríamos calificarlo usando un término muy popular en la época de los cine-clubs católicos: “Película de relaciones humanas”, pero sin el desenlace inspirador y previsible del ser humano rescatado por el amor.

El filme de Lonergan tiende al nihilismo: es la descripción descarnada de un hombre que ha encontrado prematuramente su propio infierno y parece encontrarse a gusto en él.

No obstante, el director hace algunas concesiones a los espectadores, como los bellísimos paisajes marinos de Manchester-by-the-Sea y el Cabo Ann (así llamado en honor a la reina Anna de Dinamarca, esposa del rey Jacobo I de Inglaterra) en el estado de Massachusetts; y la música ocasional de la compositora canadiense Lesley Barber.

Actores

La actuación de Affleck es totalmente interiorizada, como la de Peter Fonda en El oro de Ulises (1997) de Víctor Núñez (en esa ocasión, la Academia prefirió el histrionismo de Jack Nicholson, a la intensa sobriedad interpretativa de Fonda).

La fusión entre Affleck, el actor, y Lee, el personaje es total. Por este papel, Casey ha ganado varios premios, entre ellos, el de la Crítica de Nueva York, la National Board of Reviews y el Festival Internacional de Cine de Gijón. Actualmente está nominado para el Oscar, junto con la película, el guion, y sus dos coprotagonistas, Michelle Williams y Heather Burns.

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí