Moonlight (Luz de Luna) resultó triunfadora en medio de la confusión épica de la ceremonia de entrega de los premios Óscar. Todo el mundo recordará cómo los presentadores Warren Beatty y Faye Dunaway leyeron “La La Land” en el sobre que un contador distraído les dió equivocadamente, y la dramática corrección que coronó a esta modesta producción independiente. La película de Barry Jenkins tiene otras cualidades que la convierten en una ganadora a Mejor Película singular: con un presupuesto de 1.5 millones de dólares, es el filme más barato que jamás haya ganado la estatuilla (sigue siendo más barata que “Rocky” cuando sus 1.1 millones de dólares se ajustan a la inflación). Es la primera ganadora con un reparto íntegramente afroamericano. Y es la primera cuyo principal arco narrativo tiene que ver con temas alusivos a la comunidad LGBTI. “Brokeback Mountain” (Ang Lee, 2005), la que ha estado más cerca, perdió ante“Crash” (Paul Haggis, 2006). Todos estos factores externos pueden inflamar las expectativas del público, socavando el efecto de un filme delicado y sutil.
El guión del director Barry Jenkins, basado en la obra teatral de Tarrel Alvin McCraney, se concentra en el proceso de aceptación de un hombre homosexual de raza negra. Su nombre es Chiron. La película retrata tres momentos específicos de su vida, definidos como capítulos y titulados con el nombre o apodo que la gente usa para identificarlo en esa etapa particular. En “Little”, es un niño desmedrado de unos 11 años, acosado por sus compañeros de clases, con un hogar inestable y una madre adicta al crack. Encuentra una figura paternal en el narcotraficante Juan (Maershala Ali). En en el segundo capítulo, “Chiron” es un adolescente taciturno, apenas tratando de explorar sus deseos, hasta que un acto de violencia interrumpe su proceso. En la conclusión, “Black”, es un joven adulto haciendo las paces con el pasado y consigo mismo.
Eventos que podrían servir como giros de exaltado dramatismo suceden fuera de cámara. Un personaje crucial muere, y apenas se hace alusión verbal al hecho, de forma indirecta. Nunca sabemos exactamente que le pasó. Esto no es un error. Es una decisión consciente del director, dispuesto a mantener el foco de atención insistentemente en el proceso de maduración de Chiron. Esta decisión creativa tiene equivalencia en el plano visual. La cámara se concentra insistentemente en el protagonista, siguiéndolo literalmente en los espacios en que se desplaza. Tome nota del motivo visual recurrente, una toma de steadycam que sigue alpersonaje mientras camina de espalda, ubicándolo en el centro del encuadre.
En Moonlight se cruzan temas muy volátiles en la Norteamérica actual. No solo el asunto de la identidad sexual, sino también la discriminación racial, la pobreza endémica a las comunidades negras y el flagelo de la droga. Temas de apremiante urgencia en Estados Unidos pueden parece muy remotos para el público nicaraguense. Sin embargo, las excelentes actuaciones de todo el reparto bastan y sobran para tender una poderosa conexión emocional. Ali, justo ganador del Óscar al Mejor Actor de Reparto, humaniza las contradicciones de Juan.
Naomie Harris, mejor conocida por ser la nueva Moneypenny en la franquicia de James Bond, es una revelación como la mujer que se debate entre la nerviosa preocupación maternal y los furiosos embates de la adicción. Pero la mayor proeza reside en construir a una sola persona con tres actores diferentes. Al final, Chiron no es un personaje de película. Es alguien que conocés. Y Moonlight es una de las mejores películas del año. No deje de verla.