A pesar de que el año pasado la Policía transformó el papel de atención de las Comisarías de la Mujer y la Niñez, de forma sorpresiva inauguró la semana pasada nuevas unidades con ese fin, en los municipios de Rancho Grande y San Ramón, Matagalpa y Santa María de Pantasma y San José de Bocay, en Jinotega.
Según sendas notas publicadas en el sitio web de la Policía Nacional se trata de “oficinas especializadas en investigación a la mujer y familia”.
A la inauguración de las mismas asistió el subdirector de la Policía Nacional, comisionado general Ramón Avellán, quien hizo un llamado a los pobladores para que desde sus hogares contribuyan a la prevención de la violencia, fomentando valores como el respeto, equidad, igualdad y unidad familiar.
Para Martha Munguía, directora del Centro Acción Ya, de atención a mujeres violentadas e integrante del Movimiento Autónomo de Mujeres (MAM), aseguró que de forma extraoficial conoció que el gobierno preparaba la apertura de oficinas, pero que no serán exclusivas de atención a la mujer.
Solo comisarías, sin especialización de “mujer y niñez”
Y esto implica que el nombre de las unidades será meramente de Comisarías, pero aclaró Munguía que el problema no radica en el nombre, sino que no están atendiendo de forma especializada los delitos de violencia contra las mujeres.
Esto para Munguía probablemente estará dirigido de cara al exterior para que no se diga que están cerradas las Comisarías.
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“Al perder la especialización es lógico que se va a desatender la violencia (de género) que requiere de una alta especialización, requiere de una investigación especializada del delito, requiere de conocer las características de la violencia, del agresor, de la víctima, del entorno y eso no está sucediendo”, dijo Munguía.
Recordó la directora de Acción Ya, que la diferencia de mantener Comisarías de la Mujer en la Policía era porque contaba con una especialidad, que se suponen habían desarrollado en los delitos de violencia contra las mujeres y las niñas, pero al perder la especialización se pierde el modelo que es especializado para víctimas de violencia.
Agresores sexuales alegan trastornos
Martha Munguía ha conocido que por ejemplo, en casos de tentativa de violación o violaciones contra niñas, algunos agresores han logrado evadir la justicia por supuestos trastornos mentales.
Esto para la defensora de mujeres representa un retroceso a los años 60 pues indica que no están aplicando la Ley 779, Contra la Violencia Hacia la Mujer. “Eso me indica a mi que no los están atendiendo de manera especializada, porque un especialista en violencia sabe la diferencia entre un agresor abusador sexual y alguien (con problemas) psiquiátrico”, sostuvo Munguía.