El efecto antiinmigrante de la campaña electoral del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, parece que tendrá eco en la próxima campaña electoral costarricense, cuyos comicios nacionales y legislativos se realizarán el 4 de febrero de 2018.
La retórica antiinmigrante se ha sentido en la precampaña de los partidos políticos. Varios precandidatos han aprovechado la coyuntura dentro y fuera del país, para desempolvar la bandera de la inmigración, en particular contra los nicaragüenses, y darle protagonismo como uno de los grandes temas de campaña que puede darles réditos políticos.
Los costarricenses elegirán en febrero de 2018 al futuro mandatario y a los 57 diputados de su parlamento.
“Una cosa que va a ocurrir es que el efecto de Trump se sentirá más, bueno ya se está sintiendo. (Algunos precandidatos dicen) apostemos a la migración porque a Trump le funcionó”, dijo el sociólogo costarricense, Carlos Sandoval, uno de los principales referentes sobre migraciones en el país.
“Eso va a estar presente para que el tema vuelva a ser un tema. Eso a mí me parece que es indiscutible, un mayor protagonismo de la migración en el debate electoral. ¿Cómo va a concretarse el tema?, sería difícil saber, pero todos van a tirarle al tema migratorio, lo van a tener como especie de piso político para jugar con lo que quede de este año”, añadió.
Uno de los primeros en levantar la voz antiinmigrante fue Otto Guevara, el líder populista del derechista Movimiento Libertario, tres veces candidato presidencial de su partido y aspirante a una cuarta candidatura para 2018, quien destacó: “Vean qué interesante esto que mencionaba de que los hijos de inmigrantes que van a Estados Unidos, que nacen allá, no tengan posibilidad de ser ciudadanos norteamericanos. Me parece interesante”.
Encabezan cifras
El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) dijo en el censo de 2011 que son 287,766 los nicaragüenses que viven en Costa Rica. Representan el 74.6 por ciento del total de extranjeros en este país, calculado en 385,899 personas.
Aunque el debate sobre la presión de la migración nicaragüense al empleo, la educación y la seguridad social ha disminuido, para Carlos Sandoval una campaña de este tipo generará preocupación entre los inmigrantes en Costa Rica. “Por lo mismo que ha pasado en los Estados Unidos, en general hay un descontento ciudadano por muchas cosas en el país”.
Otto Guevara no ha sido el único político que apuntala al tema migratorio como una de las banderas de campaña. Los precandidatos del opositor Partido Liberación Nacional (PLN) también han hecho lo suyo.
“Nosotros hemos sido un país que siempre ha abierto las puertas a la llegada de los extranjeros y hemos visto con buenos ojos que en Costa Rica podamos tener personas de otros países. Y esta regla, y este principio nacional que hemos tenido, tiene un freno, que es nuestra capacidad de absorción en el mercado laboral, y nuestra capacidad para poder afrontar las necesidades de salud de la población migrante”, dijo el precandidato liberacionista Antonio Álvarez, en uno de sus debates públicos de precampaña.
Supervisar fronteras
Por su parte, el ex presidente (1994-1998) y actual precandidato del PLN, José María Figueres, opina por “fortalecer la supervisión en las fronteras que tiene Costa Rica. Un Estado que no sabe o no puede garantizar sus fronteras, no está cumpliendo con sus deberes. La policía fronteriza hoy tiene 400 miembros. Eso es imposible para cuidar las fronteras y cerrarlas a la inmigración ilegal”.
Otros precandidatos del mismo partido, como el actual diputado Rolando González y el exlegislador Sigifredo Aiza, abogan por el respeto de los derechos humanos de los extranjeros que ya viven en Costa Rica, pero opinan por endurecer la entrada de foráneos al país, sobre todo a los “indeseables”.