“Nicaragua está saturada de profesionales sin trabajo, un profesional recién egresado se vuelve un desempleado más, en cambio un técnico se vuelve mano de obra capacitada y requerida para el desarrollo del país”, enfatizó monseñor Silvio Fonseca, director y fundador del Instituto Técnico Especializado Juan Pablo II, durante la inauguración oficial del ciclo 2017.
Este sábado, sesenta estudiantes de cinco carreras técnicas industriales y cursos técnicos en modalidad sabatina participaron en un acto donde empresarios y donantes internacionales manifestaron la importancia y necesidad de formar técnicos mejor capacitados.
Monseñor Fonseca destacó que este instituto apuesta por la formación integral de sus estudiantes. “No solo egresamos un técnico capacitado, sino que egresamos un recurso humano con una formación moral que requieren las empresas, con valores irrenunciables como la honestidad y eficiencia”, señaló.
Este año la carrera de Refrigeración y Aire Acondicionado es apoyada por el Instituto Técnico De Hart, California, que brindará asesoría a los docentes y equipamiento al centro, pero además capacitará con estándares de calidad internacional en esta rama. “Estamos comprometidos a que nuestros técnicos sean los mejor calificados en el país y que sean competitivos a nivel centroamericano”, explicó Fonseca.
Además de las carreras técnicas con duración de un año, el Instituto Juan Pablo II ofrece cursos técnicos de ocho meses y bachillerato técnico bilingüe para personas de escasos recursos de distintas edades y diferentes departamentos del país.
Mano de obra
Según el Quinto Informe del Estado de la Región en Desarrollo Humano Sostenible 2016, las oportunidades para que un joven encuentre empleo formal en Nicaragua disminuyeron. La brecha entre la tasa de desempleo nacional y el desempleo juvenil creció de 3.4 por ciento en el 2008 a 3.9 en el 2013.
La empresa privada enfatiza la necesidad de preparar mano de obra técnica para demanda de distintos sectores económicos.