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cáncer

La escritora Lourdes Chamorro César presentará mañana su libro Hola mamá, tengo cáncer…, donde revela su dramática y dolorosa historia en su lucha contra el cáncer, su arraigo en la fe y esperanzas de vida. LAPRENSA/ARNULFO AGÜERO

Hola mamá, tengo cáncer… Una impactante historia de Lourdes Chamorro César

A la vez no quería que nadie supiera que tenía cáncer y quise esconderme del mundo; no podía morir de a poquito sin sonrisa, sin cabello, sin piel fresca. Quise despertar, me escondí en el cuarto del baño y por fin lloré a solas. Era el reflejo de mis angustias

Después de recibir el impactante diagnóstico que tenía cáncer de mama, la escritora nicaragüense Lourdes Chamorro César pasó dos meses sin querer hablar con su esposo y sus hijos.

Cuando aceptó su enfermedad, contó su historia a través de cartas y poemas que lentamente fue compartiendo en Facebook y hoy vemos reunidas y publicadas en su libro Hola mamá, tengo cáncer… (Memorias).


Se presentará miércoles 29 de marzo a las 6:30 p.m., en el Instituto Nicaragüense de Cultura Hispánica (Primera entrada Las Colinas, siete cuadras arriba). El poeta Julio Valle-Castillo realizará el comentario. Entrada gratis.


De polo a polo fue el primer poema que publicó un 27 de agosto del 2014, diez días después de la noticia, en que Chamorro César tímidamente y en clave confesaba su mal.

Una amiga pensó que se estaba separando de su esposo. La escritora ríe al recordar esta reacción inesperada.

Luego animada por su hija Lila María publicó su primera foto en su perfil de Facebook y una breve nota que decía “Mi nuevo look”. Recibió muestras de cariño y solidaridad. Comenzó a publicar pequeñas notas alternadas con versos, la primera en septiembre de ese año.

Entonces el cabello y las uñas habían comenzado a caérsele… se sentía horrible. Su familia también sufría. Su vanidad y sensibilidad de mujer también había sido impactada emocionalmente. Lloraba en secreto su oscura suerte.

La escritora Lourdes Chamorro César. LAPRENSA/Arnulfo Agüero
La escritora Lourdes Chamorro César. LAPRENSA/Arnulfo Agüero

Mientras su mundo se derrumbaba, en su interior vivía un torrente de emociones y comenzó a escribir cartas y cartas, alternadas con poemas, desde sus estancias en Nindirí, Casares y Boston, lugares donde vivió esta experiencia de lucha por la vida.

Revela que la primera carta que escribió fue a su madre Lourdes César de Chamorro (fallecida un 15 de agosto de 1961) que mantuvo en secreto y que solo la publicó en Facebook cuando ya había pasado todo, con ella ahora inicia la lectura del libro y que tituló Presintiendo el diagnóstico.

En este libro Chamorro César habla de sus experiencias traumáticas, dolores sufridos, su fe en Dios, cicatrices a las que llama “benditas”.

Aparte revela su relación íntima con su madre Lourdes César de Chamorro en su lucha contra el cáncer, y su sorpresiva muerte a bordo de un tranvía en Nueva Orleáns. Aquí su impactante testimonio:

Odisea contra el cáncer

Presentimiento. Unos días del diagnóstico, presentía lo que tenía pero me quedé callada, estaba como una muñeca de trapo. Me había tocado el seno y descubierto un bulto, pero estaba preocupada por dar a conocer la antología Cuentos nicaragüenses, recopilada con Max L. Lacayo y Julio Valle Castillo. Fue una irresponsabilidad y me quedé callada, tenía miedo.

Diagnóstico.  El doctor Walter Mendieta tiene sospechas, pero quería una segunda opinión y me fui con mi esposo a Boston, me hicieron la biopsia, tenía dos ganglios y era un cáncer súper agresivo Her 2+, y quedé como que no era a mí que me lo decían.

El mundo se me había volteado al revés, me regresé al hotel y después de llorar escribí el poema De polo a polo y lo subí a Facebook, ¿por qué?, no sé… fue lo que dictó el sentimiento y compartirlo fue como un grito de auxilio: ¡Ayúdenme, me estoy muriendo!

Primeras reacciones.  A la vez no quería que nadie supiera que tenía cáncer y quise esconderme del mundo; no podía morir de a poquito sin sonrisa, sin cabello, sin piel fresca. Quise despertar, me escondí en el cuarto del baño y por fin lloré a solas. Era el reflejo de mis angustias.

Tratamiento con proteínas. Mis mejores amigas contra el cáncer Her 2+ fueron las proteínas Trastuzumab y Pertuzumab, son potentes y tienen efectos secundarios. El diez por ciento de mujeres hace diez años morían de este cáncer y las que morían eran las que tenían mi tipo de cáncer.

La oncóloga Dorcas D. Chi me aplicó seis quimioterapias en  Dana Farber Institute en Boston; luego pasé al Sylvester Comprehensive Cancer Center en Miami, para las radiaciones con el doctor David A. Lee.

Y durante el invierno más frío de Boston de los últimos cien años el cirujano Kevin  O. Donnell me operó un 10 de febrero del 2015. El tratamiento de quimioterapia lo había iniciado a finales de agosto del 2014.

La fe en Dios. El cáncer no solo alteró mi parte física, emocional sino también la espiritual, no en el sentido de cuestionarlo, sino que comenzás a pensar en la muerte y pensás reflexionar y escribí un capítulo Dios y yo. Y Dios manda que seamos valientes en Josué 1:9, y se lo agradecí.

Y me decía: Dios vos hiciste fuerte a mi papá cuando murió mi madre y yo tenía nueve años y mi hermanito chiquito un año, éramos siete hermanos. Y después nos hiciste fuerte para crecer sin madre. Dios no manda estas cosas, y si lo buscamos lo vamos a encontrar.

Escribí el poema de agradecimiento Gracias Señor por la vida, y es a la vez como una canción porque tenía tratamiento, a mi esposo Enrique, mis hijos y sentía que iba a vivir.

Cicatrices. No quise escribir un libro trágico, sino uno lleno de esperanza y optimismo. Pero podés percibir que hubo momentos horribles, dolores físicos y emocionales, ver a una mujer sin pelo, sin cejas y sin pestañas, y cuando se me desprendieron las uñas de los pies, no quería que sintieran compasión por mí.

Mi cicatriz del seno estará para siempre, a veces me hala, me molesta, pero me siento feliz porque estoy viva. Entonces, ¡benditas cicatrices!

Y todo mi dolor emocional palideció cuando recibí el amor de mis hijos y sus cónyuges, Lila y Santiago, Enrique y Luchi, Alberto y Valeria, Leandro y Sabina, y Gabriel y Megan.

Lourdes Chamorro César reunió sus cartas y poemas en su libro Hola mamá, tengo cáncer... (Memorias). LAPRENSA/Arnulfo Agüero
Lourdes Chamorro César reunió sus cartas y poemas en su libro Hola mamá, tengo cáncer… (Memorias). LAPRENSA/Arnulfo Agüero

Carta a mamá

Lourdes Chamorro César revela su relación íntima con su madre Lourdes César de Chamorro en su lucha contra el cáncer y su inesperada muerte:

También recordaba que no tenía una madre que me apapachara. Mi madre murió a bordo de un tranvía en Nueva Orleáns un 15 de agosto de 1961, a sus 38 años. Entonces había viajado con su hermano Alfredo César.

La última imagen que tengo de mi madre es vestida de princesa en el ataúd con una leve sonrisa para decirme adiós, y le escribí el poema Desde mi tierra tu cielo.

También puede leer:  Inmunoterapia puede ser una realidad para tratar cáncer de mama

Por eso en mi libro se manifiesta su constante. Cuando me salió el cáncer acudí a ella y le cuento en una carta que publiqué en mi Facebook al año siguiente que había pasado mi cáncer, con esta carta inicia mi libro y cierra con el poema Dos lágrimas.

Chamorro César también es autora de la obra de teatro El Palo de Mamón (teatro, 2006), del poemario Con mis pies descalzos (2013), y de la antología Cuentos nicaragüenses (2014) recopilada junto a Max L. Lacayo y Julio Valle Castillo

Detección temprana

La escritora Lourdes Chamorro César ahora dice que el cáncer que no se detecta a tiempo no tiene cura y aconseja hacerse la mamografía o el Papanicolaou una vez al año, en su caso, explica los chequeos son cada seis meses.

“Si yo me hubiese atrasado dos meses más escondida por no ir al oncólogo y por más proteínas Trastuzumab y Pertuzumab que me hubiesen suministrado no hubiese sido lo mismo”, dice.

“Ahora en este siglo XXI uno se muere de cualquier cosa, hasta de cáncer. Mi sobrino murió en un accidente o te matan”, comenta con ironía para explicar que existen otras formas de muertes inesperadas.

El cáncer en Nicaragua:

Al menos 900 casos de cáncer de mama son detectados cada año en Nicaragua, según la Asociación de Mastología de Nicaragua (Amasnic).

Esta enfermedad es la segunda causa de muerte entre mujeres de 40 a 44 años de edad en el país. Cada 19 de octubre se celebra el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama.

Cultura cáncer Lourdes Chamorro César mujer archivo

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