El crecimiento de la pesca y acuicultura durante 2016 se ubicó en 7.6 por ciento, indica el informe anual del Banco Central de Nicaragua (BCN). Sin embargo este incremento aportó solamente 0.1 puntos porcentuales al crecimiento económico nacional.
En 2015 esa actividad se contrajo 1.6 por ciento, cuando por segundo año consecutivo cerró en negativo.
“Su dinamismo obedeció a aumentos en la captura de pepino de mar, la cual contrarrestó la menor captura de langosta, camarón y peces y la producción de camarón”, explica el BCN.
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Tomando como referencia el comportamiento de 2016, el director ejecutivo de la Cámara de la Pesca de Nicaragua (Capenic), Armando Segura, cree que tanto en pesca como acuicultura se podrá crecer solo un dígito este año.
“Confiamos que haya mejores condiciones (climáticas) y podamos desenvolvernos mejor en el exterior”, manifestó.
Nuevas especies
Segura explica que en el país se está explorando con nuevas especies para la exportación.
“Y aunque su impacto en las exportaciones es bajo, estamos trabajando con las autoridades en un plan de ordenamiento para que sea sostenible en el tiempo”, manifestó Segura, tras una reunión en el Consejo Superior de la Empresa Privada.
De acuerdo con el BCN, para obtener este crecimiento “fue importante la estrategia de emplear la flota pesquera en la captura de pepino de mar, a fin de compensar la menor captura de camarón y langosta durante el período de veda, y aprovechar así los buenos precios internacionales de ese rubro”.
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Segura compartió que dan seguimiento a los pronósticos climáticos que emita el Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales, pues “tanto el exceso de lluvias como el recalentamiento de las aguas en la temporada de verano pueden significar estrés entre las especies del mar, que se alejan de las orillas y se internan en las profundidades”.
Esta situación incrementa la estructura de costos de las embarcaciones que salen a capturar.