Las bebidas energizantes y medicamentos que estimulan al cerebro son adquiridos a granel por trabajadores de zona franca, para mantenerse activos y cumplir con metas de producción y ganar incentivos extras a su salario.
Esta mala práctica fue confirmada por Pedro Ortega, secretario general de la Confederación Nacional de Trabajadores de Zona Franca; aunque Dean García, presidente de la Asociación Nicaragüense de la Industria Textil y de Confección (Anitec) dijo que a ningún trabajador lo ponen a trabajar horas forzadas, sino las estipuladas por la ley. Además dijo desconocer esa práctica.
El medicamento es ofrecido en mesones en las entradas del parque industrial Las Mercedes y en el de Tipitapa. Hay variedad de tratamientos, pero los más vendidos son los estimulantes para el cerebro y los analgésicos antiinflamatorios, dijeron los comerciantes, quienes aclaran que este medicamento es popular. Se vende sin receta médica y no necesitan estar autorizados por el Ministerio de Salud (Minsa), y solo cuidan que no estén vencidos.
“Sino producís te descartan”
El sindicalista Ortega, expresó que la supertiamina es una de las favoritas de los y las trabajadoras de zona franca para mantenerce “despiertos durante las jornadas agotadoras de trabajo”.
“Los trabajadores usan la supertiamina para rendir más en la producción porque de lo contrario los descartan en las empresas. Es normal que entre ellos se receten analgésicos para el dolor muscular y de huesos por las acciones repetitivas que hacen en el trabajo”, dijo Ortega.
Cada empleado compra entre dos y cuatro pastillas al día. El costo anda entre C$ 2.5 y C$5.00.
Para la doctora Luisa Rodríguez Castellón, medica especialista en salud pública y salud ocupacional del Instituto Nicaragüense de Entrenamiento y Capacitación Humanística (Inechsa); el consumo de estimulantes para tener mayor energía se está volviendo una constante no solo en los trabajadores de la maquila, sino en guardas de seguridad, y otros empleos nocturnos.
“El problema es que están consumiendo una energía falsa y al final son personas adictas, porque estos energizantes en bebidas llevan taurina que es un derivado de la cocaína entonces las personas se están drogando y los problemas en la salud se desencadenan”, dijo Rodríguez.
Los energizantes aumentan la frecuencia cardíaca y te predispone a un infarto, agregó la especialista.
Para el sindicalista Ortega, “si las metas de producción fueran alcanzables, los trabajadores no buscaran ese plus, para mantener su cuerpo activo”.
Contrario a esta posición, la Comisión Nacional de Zonas Francas (CNZF) a través de relaciones públicas expresó que “las metas de producción en Nicaragua no son comparadas con las de El Salvador y Guatemala.
Si en Nicaragua la meta son 100 piezas en El Salvador son 250 piezas. Además, aclararon que “las metas de producción son parámetros para ganar incentivos o bonos.
Tanto Anitec como CNZF criticaron que los empresarios no tienen control de lo que hacen los trabajadores una vez que salen del Parque Industrial y que es decisión personal comprar el medicamento que quieran. “No tenemos control de lo que hacen los trabajadores cuando salen del Parque Industrial”, dijo Dean García de Anitec.
Mientras, Silvio Narváez, quien atiende denuncias por enfermedades laborales en el Movimiento de Mujeres María Elena Cuadra, dijo que desde hace años está sucediendo esa mala práctica en los trabajadores de zona franca.
“Esto se incrementa cuando hay doble jornada, porque operarias trabajan dos máquinas, cuando hay incrementos de metas en temporadas altas y el trabajador por ganarse el incentivo y no salir mal en salario se inyectan energía”, dijo Narváez.