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Obispo Rolando Álvarez

Monseñor Rolando Álvarez, en labor pastoral por la comunidad campesina de Tawa, comunidad del municipio de Río Blanco. LA PRENSA/ E. CHAMORRO

Un obispo cercano a sus ovejas

El obispo Rolando Álvarez ha recorrido un largo trayecto en vehículo y luego montado en una mula entre ríos, trochas y caminos, para llegar a la comunidad de Tawa, perteneciente al municipio de Río Blanco, para llevar la palabra de Dios

Es 10 de mayo y el sol agobia, luego de una fugaz llovizna. El obispo Rolando Álvarez ha recorrido un largo trayecto en vehículo y luego montado en una mula entre ríos, trochas y caminos, para llegar a la comunidad de Tawa, perteneciente al municipio de Río Blanco, para llevar la palabra de Dios en un trabajo pastoral que este pastor católico mantiene de forma permanente dentro de su plan pastoral diocesano.

“Realmente me encuentro emocionado, contento y feliz porque esta comunidad de Tawa está a cinco horas de Matagalpa entre vehículo y bestia; pero aquí en las comunidades de las montañas se siente la presencia de Cristo. Vemos a un pueblo vivo, a una Iglesia viva que cree que en cada bautizado Cristo está resucitado; una Iglesia misionera que como ellos dicen en las consignas, una Iglesia sin cruz, no es la de Jesús y también, como ellos dicen en las consignas, una Iglesia misionera es testigo de misericordia”, expresó monseñor Álvarez, mientras peregrinaba con multitudes de campesinos en esa comunidad.

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En una gira de tres días que incluyeron a las comunidades de El Rosario, Caño Negro, Guadalupe, de Río Blanco y otras comunidades de Matiguás, el obispo Álvarez, exhortó a los fieles a mantener siempre la esperanza en Cristo, de quien aseguró es el único medio de salvación.

“No hay en el Cielo, en la Tierra y en los infiernos un nombre por el cual pudiéramos ser salvados que el de Jesucristo, Nuestro Señor, ante quien únicamente nos arrodillamos”, dijo monseñor Álvarez a los fieles.

El obispo Rolando Álvarez visita la comunidad de Aguas Zarcas, en Matiguás, Matagalpa, en una labor pastoral de tres días. LA PRENSA/E. CHAMORRO

El prelado dijo a los campesinos de las comunidades que visitaba que el evangelio de Cristo “no es de miedo”, sino un “evangelio de amor, de salvación y misericordia”, y no “evangelio de miedo o de terror” como el que predican algunas sectas. En la jornada pastoral, el religioso llamó a los fieles a permanecer en la unidad familiar y matrimonial, pero sobre todo, ser fieles a Jesucristo.

Álvarez exhortó a los fieles “ser comunidades evangelizadas y evangelizadoras; discípulas y misioneras; ustedes deben ser comunidades que se preocupen y se ocupen de ir de casa en casa, de familia en familia, dando a conocer a Cristo que está vivo”.

Seis años intensos de labor pastoral

Monseñor Rolando Álvarez tiene más de seis años de ser el obispo de la Diócesis de Matagalpa, la Diócesis más grande y más activa del país en el plano pastoral.

“Han sido seis años de trabajo pastoral intenso. Pero ha sido un trabajo de mucha organización pastoral. Actualmente nosotros contamos con 20 comisiones diocesanas de pastoral”, manifestó Álvarez, quien también es presidente de la comisión de medios de comunicación de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN).

El plan pastoral

Álvarez dijo que dentro del plan pastoral, en todas las parroquias de la Diócesis están presente las escuelas de formación para laicos.

“En la actualidad hemos contabilizado que más de cinco mil laicos se encuentran en formación bíblica, catequética, teológica y pastoral en toda nuestra Diócesis, creemos que el laicado comprometido ha venido creciendo cada vez más”, reflexionó el jerarca católico.

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Del 2008 al 2017, de acuerdo con el obispo de Matagalpa, la pastoral de laicos, de ministros de la palabra, de catequistas, coordinadores, ministros de la comunión ha venido creciendo. “Nosotros realmente no hemos experimentado en el compromiso de los fieles un descenso, sino un ascenso”, dijo entusiasmado monseñor Álvarez.

Cuando el obispo Álvarez llegó a la Diócesis de Matagalpa solamente había 18 parroquias, en la actualidad hay 27 parroquias. Indicó que para el 2018 “podríamos llegar a tener unas 30 parroquias y en estos seis años de obispo he ordenado a 10 sacerdotes que están dentro del clero y en la actualidad contamos con 52 sacerdotes entre diocesanos y religiosos, pero a nivel de formación sacerdotal tenemos a 95 seminaristas y si Dios quiere en estos próximos cuatro años vamos a tener 13 sacerdotes más, de tal manera que el clero también va aumentando; por eso yo diría que la acción del Divino Espíritu se ve manifestada en la Diócesis, a través de los sacerdotes que colaboran íntimamente conmigo”, explicó el obispo de Matagalpa.

“A Dios y a la Iglesia”

“Efectivamente he cumplido seis años de episcopado en la Diócesis de Matagalpa, con un intenso trabajo pastoral. Esta Diócesis tiene 530 comunidades rurales, de las cuales este año terminaré habiendo ya visitado 490 comunidades. Mi vida en general ha sido muy intensa. He vivido intensamente mis estudios. He vivido intensamente mi vida de servicio en la Iglesia, mi vida sacerdotal, mi vida episcopal. Trato de dar todo lo que puedo al Señor y la Iglesia. Siempre he dicho que después de Dios y mis padres, le debo todo a la Iglesia”, reflexionó monseñor Rolando Álvarez.

Una iglesia de puertas abiertas

Monseñor Álvarez ha impulsado en su misión pastoral una Iglesia de puertas abiertas, que sea incluyente.

“Yo estoy tratando de cumplir la voluntad de Dios. Estoy tratando de cumplir lo de los obispos latinoamericanos que se reunieron en Aparecida (Brasil), en el 2007, donde pidieron una Iglesia en misión permanente. Estoy tratando de cumplir la orientación pastoral del papa de ser una Iglesia en salida, una Iglesia de las calles”, exhorta Álvarez.

El prelado explica que en su única carta pastoral que se titula La Iglesia que queremos ser, expone que el eje transversal para la Diócesis es “una Iglesia de puertas abiertas”.

“Una Iglesia donde estemos todos, donde todos nos sintamos miembros de la familia de Dios, donde nadie se sienta excluido y donde no haya discriminación sociorreligiosa, donde no haya lo que yo he llamado un apartheid religioso, donde no haya castas religiosas, en las cuales unos se sientan justos y otros pecadores”, afirmó el obispo Álvarez.

También a gays y a prostitutas

E l obispo de la Diócesis de Matagalpa también anunció que dentro de su trabajo pastoral atenderán a las trabajadoras del sexo y a los
homosexuales.

“Pronto vamos a tener una pastoral para trabajadoras del sexo. Vamos a dialogar y preguntarles cuáles son sus expectativas y que esperan de la Iglesia. Ellas deben ser tratadas con toda dignidad”, explica
Álvarez.

“Y muy seguramente vamos iniciar una pastoral para hermanos homosexuales, para hermanas lesbianas (…). Esta Iglesia de puertas abiertas va penetrando en la Diócesis”, reflexionó Álvarez.


 Hemos también iniciado la formación del clero. Tenemos un sacerdote preparándose en Teología Dogmática, otro en Derecho Canónico, otro en Lenguas Clásicas, otro en Teología Moral”.
Monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa.
LA PRENSA/ARCHIVO

 


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