En Nicaragua la automedicación es una de las prácticas más comunes entre la población, sin importar los riesgos que conlleva tomar medicamentos sin prescripción médica, la mayoría de la ciudadanía prefiere comprar pastillas en una farmacia que ir a pasar consulta en un centro de salud o un hospital público.
Para el vicepresidente del Centro Jurídico Social de Ayuda al Consumidor, Rubén Arriola, la burocracia que hay en los hospitales hace que las personas sientan que “pierden el tiempo” cuando van a una consulta médica y le restan importancia a las enfermedades que los afectan.
“A veces la atención es muy burocrática en los hospitales, acuérdate que te preguntan tu nombre, tus generales de ley y tenes que esperar dos y hasta cuatro horas por un simple dolor de estómago (…). Además, la falta de atención de primer orden que debería haber como garantía de salud estatal en el país”, señaló Arriola.
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Asimismo, el defensor de los consumidores ejemplifica que muchas personas se sienten desatendidas en los hospitales: “Llevas a un niño al (hospital) La Mascota y lo primero que te dice el médico, si llega con fiebre, báñalo para que se le baje y después entre en un proceso de observación, entonces en ese tiempo que estás ahí el médico no te lo mira (al paciente).
Por otro lado el especialista en Salud Pública, Luis Pérez Guevara, manifestó que muchas personas se automedican porque en los centros de salud la atención es lenta y las consultas privadas tienen alto costo.
“La gente ha ido acostumbrándose a eso (automedicación) y obviamente las consultas médicas (privadas) ahora son algo caras, cuestan 200 o 300 córdobas, 35 dólares cuando son especialistas. Entonces la gente dice: ‘he sabido de que esto es bueno para la diarrea’ y toman por ejemplo trimetoprim sulfa, se toman una tableta, terminó la diarrea, terminó el tratamiento”, explicó el galeno.
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Para el doctor, la automedicación pone en alto riesgo la salud de las población, ya que las personas toman tratamientos para algunos síntomas y no para la enfermedad: “A veces la gente dice tengo calentura y no relaciona que la calentura tiene una causa, la fiebre no es una enfermedad, es un síntoma de varias enfermedades o el dolor de cabeza puede ser un problema de hipertensión”.
Formas más comunes
Tanto Pérez como Arriola coinciden en que la forma más habitual de automedicarse es cuando una personas que ha recibido un tratamiento médico luego se lo recomienda a otra. Además, muchos individuo van a las farmacias y le preguntan al vendedor qué les recomienda para algún mal y en un menor grado hay quienes tienen el hábito de consultar en internet.
Minimizan la enfermedad
Para el doctor Luis Pérez otra de las razonas por las que la población se automedica es porque le restan importancia a la enfermedad y generalmente piensan que se trata de enfermedades virales, una simple diarrea o dolores de cabeza.
“La gente relaciona síntomas que son muy superficiales con que no tienen mayor problema, entonces se automedica. Por ejemplo: en los problemas respiratorios que tienen que ver con bronquitis, amigdalitis, neumonía, la diarrea en los niños y en adultos los problemas de hipertensión y problemas de diabetes”, explicó el doctor.
Otro problema de la automedicación es que genera resistencia a los medicamentos y encarece los tratamientos.
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